La víctima universal

Diario Sur, ISABEL GUERRERO, 04-02-2014

En 1970, Willy Brandt, canciller socialdemócrata alemán, se arrodilló frente al monumento del levantamiento judío en el gueto de Varsovia. Estampa histórica impresionante que traigo a colación una semana después de la conmemoración anual del Holocausto, proclamada por Naciones Unidas la década pasada. La que alza un ‘nevermore’ gigante al mundo y recuerda a las víctimas de todo genocidio, masacre, persecución, tortura, castración, violación, humillación. Auschwitz-Birkenau como símbolo de la institucionalización de la muerte, del asesinato en masa, del mal burocratizado. Nunca ha habido tanta documentación al respecto, audiovisual y escrita. Hay prisa, además: los portadores de la memoria fallecen, y el fantasma odioso del negacionismo se cierne sobre las víctimas mudas. Las que no regresaron para contarlo, narra con rabia contenida el historiador Raul Hilberg a Claude Lanzmann en ‘Shoah’. Documental coral de largo metraje que en ocasiones te corta la respiración.

Hace apenas veinte años se produjeron limpiezas étnicas en los Balcanes. ¿Deberíamos reivindicar la necesidad de seguir conociendo con la mayor exactitud posible lo que pasó hace 69 años? ¿Elevar la voz para afirmar, con rotundidad, que las víctimas son iguales, sea cual sea su nacionalidad, orientación sexual, raza o creencia? Mi respuesta es que sí. Gitanos, eslavos, homosexuales, disidentes políticos, discapacitados. Ucranianos, camboyanos, armenios, ruandeses. Y por supuesto el pueblo judío como epítome de la infamia a escala colosal que supone despojar de sus derechos humanos a cualquier persona. ¿Quien desea que vuelva a ocurrir otro Sabra y Chatila, que Sharon debiera haber grabado a fuego en su conciencia? Ahora, en Europa, la depresión económica y la incertidumbre siembran miedo en la ciudadanía, y de ahí a considerar al extranjero un elemento hostil hay poco trecho. ¿No hemos aprendido del pasado? El sábado había anunciada una concentración neonazi en nuestra ciudad, cosmopolita y anfitriona. La primera en el peligro de la libertad. La de los hombres, mujeres y niños chicos que recorrieron aquel camino de infierno y desesperación, hace 77 febreros, durante la ‘desbandá’.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)