Más de 52.000 firmas de apoyo de ciudadanos se contabilizan ya para pedir al Ministerio del Interior la retirada de las concertinas instaladas en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, situadas para frenar las entradas de inmigrantes. La plataforma Change.org está llevando a cabo esta petición desde el 1 de noviembre del pasado año a través de una iniciativa del escritor Enrique Laso, que ha abanderado este movimiento de protesta contra la inmigración clandestina y que ya suma un total de 52.042 adhesiones.

«El Ministerio del Interior, como ya hiciera a mediados de la década pasada, está instalando nuevamente las terribles concertinas (alambradas rematadas con cuchillas) en las vallas de Ceuta y Melilla, como medida disuasoria frente a la inmigración», explica la plataforma en una nota.

«Ya entonces se demostró que apenas aplacaron dichos flujos e intentos de saltar las vallas, y que, sin embargo, sí que provocaron terribles cortes, infecciones e incluso la muerte de algunas personas. Finalmente fueron totalmente retiradas en 2007», añade. La petición se elevará al titular del Ministerio del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Una medida que se ha llevado a término después de que un grupo de inmigrantes de origen subsahariano se encaramaran el domingo a la valla de Melilla, donde permanecieron durante casi seis horas. Inicialmente fueron nueve los inmigrantes que se subieron a la valla externa del perímetro, la del lado marroquí, pero cuatro de ellos abandonaron la verja con anterioridad. Durante casi seis horas, permanecieron en la zona alta del vallado próximo al cementerio musulmán, el mismo lugar que la madrugada anterior registró un intento masivo de entrada protagonizado por unos 150 inmigrantes, ninguno de los cuales ha conseguido su objetivo.

En la zona donde permanecía el grupo subido a la valla , se desplegaron varias patrullas de la Guardia Civil, cuyos agentes trataron de evitar que los subsaharianos entraran a territorio español, pero que no podían actuar debido a que se encontraban en la zona del vallado que da a Marruecos. La escena fue contemplada por un grupo de subsaharianos acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), algunos de los cuales animaba a sus compatriotas, quienes también respondían con gritos y signos de victoria.