Los peritos desmontan la declaración del acusado del asesinato de Santutxu
La fiscalía ve "poco coherente" su versión, mientras la defensa solicita su absolución
Deia, , 04-02-2014BILBAO. “¿Por qué pasó sus últimas horas con su empleador y no lo hizo en otro momento? ¿Por qué no avisó a nadie?” El Ministerio Fiscal concluyó ayer que “las explicaciones del acusado son poco coherentes” en relación a las pruebas periciales aportadas por la Policía y los forenses durante la última sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Bizkaia contra M. A. S. P., de nacionalidad colombiana, y que está acusado de matar y robar a su jefe, un viudo de 78 años residente en la calle Párroco Unzeta de Bilbao.
Por su parte, la acusación particular mantiene su petición de pena de 25 años de prisión por los delitos de asesinato con alevosía y robo con violencia, ya que, a su juicio, el acusado fue a robar convencido de que la víctima no estaría en casa y al verle allí, le asesinó “para eliminar al testigo y que no hubiera pruebas”. Por contra, la defensa solicitó la absolución del acusado “por falta de pruebas concluyentes”, ya que no se ha determinado con qué cuchillo se mató a la víctima ni ha aparecido la caja de caudales supuestamente robada.
La defensa del acusado incidió en la escasa cantidad de sangre hallada en la sudadera que portaba el detenido
Durante su comparecencia, los forenses confirmaron que la víctima, Francisco, de 1,68 centímetros de estatura y 60 kilos, tuvo una “muerte violenta” a consecuencia de una herida “por arma blanca en el lado derecho del abdomen y otra herida de degüello en el cuello”. Asimismo, certificaron que la hora de la muerte se produjo “sobre las 8.00 horas” y que la víctima presentaba “heridas en las palmas de las manos” producidas al intentar defenderse. En su relato, los forenses determinaron que la primera herida en el abdomen afectó a “la vena cava”, lo que le permitió una “cierta deambulación” debido a que se trata de “una hemorragia lenta, en la que se sangra más por dentro que por fuera”, según detallaron. Este aspecto fue cuestionado por la defensa, que incidió en las escasa cantidad de sangre hallada en la sudadera del acusado. Luego, los forenses corroboraron que la víctima fue degollada mientras le “agarraban la cabeza con la mano izquierda y le cortaban con la derecha con un arma de una longitud mínima de 10 centímetros”.
De acuerdo a las pruebas emitidas por los forenses, el Ministerio público aseguró que una de las principales contradicciones en la declaración del acusado es el tiempo. “El detenido dijo que acudió al domicilio de la víctima a las 9.30 horas cuando su vuelo salía a las 12.00 horas. Esta versión es poco creíble, ya que tenía que estar con antelación y la distancia entre la casa del agresor y de la víctima es de unos 25 minutos y también pasó por su casa, se cambió y luego fue a Loiu”, cuestionó la fiscal.
Por otro lado, los peritos de la Policía Científica señalaron que el primer enfrentamiento “tuvo lugar en la cocina” y, seguido, “la víctima fue conducida a su cuarto, donde fue obligada a manipular el primer cajón de la cómoda”, desvelaron. En este sentido, uno de los detalles más relevantes para la fiscalía fue la demostración de que el cuerpo de Francisco “no fue manipulado de acuerdo a las proyeción de las manchas en el sofá”. Según la fiscal, esto supone una nueva incoherencia en la versión del acusado, quien declaró haberlo levantado por las axilas.
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