Mohamed Mo Farah Abd se ganó el corazón de los noruegos actuando en el programa televisivo Factor X en 2011. Se convirtió en una auténtica estrella, recorrió todo el país de gira y consiguió un contrato de grabación, además de convertirse en objeto de deseo de las adolescentes. Hasta que el 22 de julio de ese mismo año sucedió la matanza de Utoya. Anders Breivik irrumpió a punta de fusil en la isla donde las juventudes laboristas celebraban su tradicional campamento de verano, matando a 69 jóvenes.

Mohamed Mo Farah Abd estaba allí. Logró salvar su vida lanzándose al mar, de donde sería rescatado. No tuvo esa suerte su mejor amigo, Ismail Haji Ahmed, un bailarín de origen somalí. Según The New York Times, Breivik le disparó a conciencia cuando ambos flotaban en el agua haciéndose los muertos para salvar su vida.

Las balas interrumpieron la carrera de Mo, que ha tenido que permanecer tres años de baja por incapacidad a causa del estrés post traumático. Ahora, por fin, vuelve a la música. «Me estaba perdiendo a mí mismo. He luchado mi batalla más grande», confesó al diario VG. Y de batallas sabe bastante. Nació en 1992 en Somalia, y con dos años perdió a su padre en la guerra. A él y a su madre los sacó de allí un traficante, 5.000 dólares mediante, y comenzó un largo viaje hacia Noruega.

Durante cinco años vivieron en un centro de refugiados. Su solicitud de asilo era rechazada año tras año. Hasta que apareció la teóloga luterana Rosemarie Khön, que se involucró personalmente para recibieran el permiso de residencia. Así comenzó su vida en Hamar. Entonces no podía imaginar que le esperaba una vida de éxito frustrada por un supremacista blanco.

«Es sólo ahora, tres años después, cuando estoy empezando a recuperarme», cuenta Mo, que aspira a representar a su país en Eurovisión con el tema Heal (Curar), inspirado en estos tres años de lucha para superar la tragedia. «Espero transmitir esperanza y alegría». Para lograr su sueño tendrá que imponerse a sus rivales en el Melodi Grand Prix, el certamen del que saldrá el candidato noruego al Eurofestival. Y esa tampoco será una batalla fácil.