Blas Piñar, el histórico y emblemático líder de la ultraderecha más radical durante décadas, ha fallecido esta madrugada en su casa de Madrid a los 95 años. Así lo han confirmado fuentes de Fuerza Nueva Editorial, de la que era presidente, toda vez que se disolvió la organización política del mismo nombre y de la que fue líder durante su existencia. El político, escritor, doctor en Derecho y notario, nacido en Toledo el 22 de noviembre de 1918, ya estaba retirado de la actividad política, si bien continuaba escribiendo artículos sobre actualidad.

Su hijo Blas ha relatado que la muerte se ha producido en Madrid y rodeado de su familia y ha adelantado que el entierro será “estrictamente familiar”. Ha explicado que, pese a que padecía una enfermedad desde hace años, ésta no impidió a su padre seguir activo hasta el momento de su muerte. “Seguía trabajando perfectamente, publicando cosas, escribiendo, se mantenía perfectamente activo dentro de lo que era su edad, claro, pero estaba al día de lo que pasaba”, ha explicado Blas Piñar quien, como prueba, ha señalado que su padre presentó un libro de poemas en la primavera de 2013.

Su trayectoria política y vida pública siempre se destacó por su identificación con el franquismo y la defensa de los principios ideológicos del Movimiento Nacional. Ocupó varios cargos en la Administración franquista, como procurador en las Cortes Españolas en las legislaturas VI, VII, VIII, IX y X y consejero nacional del Movimiento. También fue nombrado director general del Instituto de Cultura Hispánica en 1957.

En 1979 fue elegido diputado de Fuerza Nueva por Madrid, cargo que ocupó hasta 1982

En 1962, y tras un viaje por América Latina y Filipinas, escribió un artículo en el diario ABC, de Madrid, titulado “Hipócritas”, que criticaba con dureza la política exterior de los Estados Unidos. Debido a las buenas relaciones bilaterales que por aquel entonces mantenía España con ese país, de las cuales dependía en buena medida su reconocimiento internacional, el ministro de Asuntos Exteriores, luego de dar toda clase de explicaciones al embajador norteamericano, destituyó a Piñar, sin que por eso mermase en éste su fidelidad al régimen de Franco.

Pasando por la militancia en Acción Católica y la FET y de las JONS, en 1966 fundó la Editorial Fuerza Nueva, que diez más tarde, cuando murió Franco y se dio paso a la Transición, se constituyó como partido, bajo el nombre de Fuerza Nueva y con el lema Dios, Patria y Justicia. En esta organización se agrupó al búnker más fiel al franquismo y que durante años se esforzó por mantener los principios del Movimiento Nacional en las calles una vez que habían perdido las instituciones. En 1979 fue elegido diputado por Madrid, cargo que ocupó hasta 1982.

A principios de los 80 fue candidato con el Frente Nacional, la organización en la que se reconstruyó la Fuerza Nueva después de que se disolviera. Finalmente, en los últimos años de su vida, estuvo ligado a Alternativa Española (AES). Su última incursión política fue a sus 92 años, con su presencia simbólica como número 25 en la candidatura que AES presentó en Toledo para las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011.

Ya jubilado de su profesión de notario, continuó siendo presidente de Fuerza Nueva Editorial S.A. y de la asociación cultural CESPE (Centro de Estudios Sociales, Políticos y Económicos). En todos estos años continuó interviniendo o participando, de una u otra forma, en los actos conmemorativos del 20 de noviembre, tanto en la Plaza de Oriente como en la Plaza de San Juan de la Cruz, ambas de Madrid. En 2007 se produjo una famosa anécdota al encontrarse a escasos metros de su eterno enemigo Santiago Carrillo en un hospital de Madrid.