Hasta el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, hizo referencia el viernes en su discurso como mantenedor de la fallera mayor de Valencia, Carmen Sancho, al tirón de la Comunitat entre los extranjeros al recordar que es «un destino más que apetecible». Las cifras así lo confirman; por ejemplo, las del turismo, pues casi seis millones de extranjeros visitaron la Comunitat el año pasado, superando en crecimiento porcentual respecto a 2012 a competidores como Canarias, Baleares o Andalucía.

De ahí que muchos de estos visitantes opten por trasladar su residencia a la Comunitat o por tener una vivienda como segunda residencia. Según los datos del Ministerio de Fomento, la Comunitat lideró el número de transacciones inmobiliarias residenciales realizadas por extranjeros en España durante el tercer trimestre de 2013.

Son, por ahora, los últimos datos oficiales a la espera del cierre y confirman la relevancia de los movimientos en «la franja costera mediterránea». Desglosadas las cifras por autonomías, la Comunitat es la que más viviendas vendió a extranjeros. Es decir, una de cada tres casas compradas por foráneos en España está en suelo valenciano. Por detrás se sitúan Andalucía (20,1%), Cataluña (16,9%) y Canarias (9,5%).

Además, un informe elaborado por la Conselleria de Infraestructuras con las estadísticas de Fomento refleja que la Comunitat mantiene el tirón de las transacciones inmobiliarias realizadas por extranjeros en el territorio nacional desde hace seis años, pues en 2008 el porcentaje era de un 26,7% frente al 19% de Andalucía o el 5,7% de Baleares.

Los datos confirman que, a pesar del contexto económico, la Comunitat continúa como una de las regiones preferidas por los extranjeros para establecer su residencia vacacional o definitiva. De las 11.501 ventas de vivienda en el tercer trimestre de 2013, el 32,4% fueron adquiridas por extranjeros residentes en España, mientras que el 4% fueron por no residentes.

Alicante, con el 85,5% del total, continúa como el destino preferido, seguida de Valencia (10,5%) y Castellón (4,1%). También la provincia de Alicante aglutina el 80% del valor de las transacciones realizadas en toda la Comunitat.

Por tipología, según los datos de la conselleria, el 60% corresponde a viviendas de segunda mano y el 40% a obra nueva. Respecto al valor medio de las residencias en 2013, se fijaron 114.318 euros por una libre, 160.127 euros por obra nueva y 110.131 euros por segunda mano.

Rusia, Reino Unido, Argelia, Francia y los países nórdicos son los lugares de origen de los inversores inmobiliarios que se han fijado en la Comunitat. Destaca especialmente el incremento de las compras realizadas por rusos (con un aumento anual del 8%) o argelinos, que se han situado en el tercer puesto por detrás del Reino Unido. En el caso de Argelia, por ejemplo, se ha pasado de las 61 viviendas adquiridas en 2008 a las 615 casas compradas hasta mediados de 2013.

El informe del departamento que dirige Isabel Bonig resalta también un cambio en los motivos de las adquisiciones de vivienda efectuadas por los extranjeros. Los relacionados con la inmigración económica (China, Marruecos, Rumania o Ecuador) han dado paso a las compraventas relacionadas con turismo residencial.

De Madrid a Andalucía

No sólo los de fuera dejaron sus euros en la Comunitat, ya que los españoles también compraron casa en alguna de las tres provincias valencianas. Así, entre junio y septiembre del año pasado, casi el 30% de las adquisiciones realizadas por residentes en España correspondieron a habitantes de otra comunidad autónoma. En concreto, el 27,2%.

Madrid, Cataluña y Castilla La Mancha fueron las autonomías más relevantes, siguiendo la tendencia de los últimos años, aunque destaca el incremento en las transacciones de compradores de origen andaluz. Así, el 17,3% de las compras en la Comunitat fueron realizadas por andaluces frente al 3% del segundo trimestre o el 1,2% del tercer trimestre de 2012.

En este sentido, para la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, «la adquisición, arrendamiento y uso de viviendas de la Comunitat por ciudadanos del resto de España y de Europa es un factor clave para la dinamización de la actividad productiva y el empleo». A su juicio, «no sólo supone la reactivación del mercado inmobiliario sino que representa una de las mayores fuentes de entrada de recursos en la Comunitat. Además, el impacto sobre la economía no se limita al año de la adquisición, sino que sigue aportando nuevos flujos económicos durante los años posteriores».