La instalación de las cuchillas en la valla de Melilla no parece haber frenado los intentos de los inmigrantes de penetrar en la ciudad autónoma. Anoche, la Guardia Civil impidió el asalto de unos 800 subsaharianos, que fueron localizados por un helicóptero de la Guardia Civil en las cercanías de la frontera española.

Hacia las diez de la noche, el Servicio de Impermeabilización Fronteriza de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla observó “grandes movimientos de inmigrantes subsaharianos” asentados en las faldas del monte Gurugú, en Marruecos, que de forma organizada bajaban la ladera en dirección a la frontera, según ha informado el instituto armado.

Los grupos de inmigrantes, que procedían de distintos asentamientos, fueron confluyendo en un único grupo formado por unas 800 personas, que iba guiado, según la Guardia Civil, por los conocidos como ancianos, guías que conocen bien el camino y los obstáculos, tanto humanos como físicos, hasta llegar a Melilla.

Un helicóptero de la Guardia Civil localizó un primer grupo de unas 600 personas a un kilómetro de la valla de Melilla que, al saberse interceptadas, adoptaron tácticas evasivas como “echarse el cuerpo a tierra y ocultarse entre la maleza y los árboles permaneciendo inmóviles para no ser vistos”. A pesar de ello, la Guardia Civil pudo alertar a las fuerzas marroquíes y evitar el primer asalto al no contar los inmigrantes con el elemento sorpresa.

Los 200 restantes se dividieron en pequeños grupos, que intentaron acercarse a la valla por diversas zonas, aunque siempre fueron interceptados por el helicóptero de la Guardia Civil.

El último intento se produjo hacia las 6.30 por una treintena de subsaharianos, en la zona conocida como V Pino, cercana al aeropuerto de Melilla. Según fuentes del instituto armado, el asalto también fue abortado “por el amplio despliegue dispuesto en el lugar por las fuerzas de la Guardia Civil”.