La aparición el 20 de octubre del 2006 en una nave de 400 metros cuadrados del lugar de Ramil, en Boqueixón (A Coruña), de siete coches de alta gama que habían sido robados desencadenó la operación policial que permitió el desmantelamiento de una red internacional que sustraía vehículos de lujo en España, Alemania, Francia e Italia y después los vendía en África distribuyéndolos a través del puerto de Vigo.

La organización cayó y se sienta a partir de hoy en el banquillo en la sección sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago. El juicio durará aproximadamente un mes, porque tienen que declarar unos doscientos testigos y doce de las 32 personas que en su día fueron detenidas e imputadas, la mayoría de ellas de nacionalidad marroquí. El resto están en paradero desconocido.

El Equipo contra el Crimen Organizado (ECO – Galicia) determinó entonces que los acusados formaban parte de una organización que actuaba siempre de la misma manera. Robaban los vehículos de alta gama en concesionarios y talleres y circulaban con ellos placas sustraídas de otros coches o matrículas extranjeras. También cometieron algunos hurtos al descuido.

Uno de esos coches robados fue el del exjugador del Real Madrid David Beckham, cuyo BMW X5 blindado, valorado en 100.000 euros, acabó en manos de una ministra de la república exyugoslava de Macedonia.

La mayoría de los implicados en la trama son magrebíes – aunque había dos gallegos – que vestían elegantemente y se hacían pasar por posibles compradores para localizar víctimas potenciales en los concesionarios o los talleres. Tras robar los coches, los ocultaban en almacenes clandestinos como el que se localizó en Boqueixón y que supuso el inicio de la llamada operación Boquerón.

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