Gernika-Lumo. Con un porcentaje algo superior al de Bizkaia y Euskadi pero muy inferior al del Estado, la población empadronada llegada de otros países ha descendido en Busturialdea. El fenómeno, desconocido durante la última década, ha supuesto que 18 municipios de la comarca a excepción de Bermeo pasaran a contar con dos millares de personas inmigrantes censadas a 1 de enero de 2014, lo que supone un 7,5% menos que el pasado año.

“Se produce un descenso significativo de 163 personas en total, volviéndose a cifras similares a las de 2011”, destacaron desde el Servicio de Inmigración de la Mancomunidad de Servicios Sociales. La entidad ve confirmada “la tendencia decreciente” apuntada el pasado año, cuando Busturialdea experimentó una caída leve tras encadenar dos años de incrementos. “La mayoría de las bajas registradas son de personas que han abandonado la comarca para trasladarse a otros municipios o retornar a sus países de origen. Pero también hay que tener en cuenta que cada vez son más los inmigrantes que adquieren la nacionalidad española, especialmente latinoamericanos, y que, por tanto, dejan de figurar como extranjeros en los padrones”, argumentaron.

Cabecera de la comarca, y por consiguiente epicentro de los flujos migratorios, Gernika-Lumo sigue concentrando al grueso de la inmigración en la zona acogiendo al 78,5% de la población extranjera, cuyo perfil de edad se sitúa, sobre todo, entre los 30 y los 39 años. La localidad foral también supera con creces una media comarcal de población extranjera censada que se sitúa en el 6,9%. “En él están registradas 1.579 personas de otros países lo que supone el 9,3% de su población”, remarcan desde la Mancomunidad. En el lado contrario de la balanza se sitúa Elantxobe 0,5%, apenas dos foráneos, Ibarrangelu 1,4% y Murueta 1,9%.

La rumana siguen siendo la colonia más destacada 1.009 personas, muy por delante de los argentinos 71, portugueses 67, bolivianos 66 y marroquíes 65. Y mientras que precisamente la comunidades que más se ha visto reducidas son la rumana, con 32 personas menos, y la brasileña, con 20 personas menos, sólo crece, aunque moderadamente, la de Senegal, con siete personas más.