El Gobierno británico planea denegar a los inmigrantes comunitarios en paro el acceso a los subsidios estatales de vivienda, según la ministra de Interior, Theresa May, y el de Trabajo y Pensiones, Iain Duncan Smith.

En unas declaraciones hoy al tabloide británico “Daily Mail”, los dos ministros conservadores indicaron que el objetivo es aplicar la medida a partir del próximo 1 de abril a fin de impedir que ese grupo aproveche el sistema británico del Estado de bienestar.

El Partido Laborista, primero de la oposición británica, ha indicado que apoya la idea en principio pero que espera que el Gobierno facilite más detalles sobre la medida.

“La gente ya no puede venir aquí del extranjero y esperar algo por nada”, dicen los ministros, si bien afirman que la inmigración ha contribuido al bienestar del país aunque “debe ser controlada”.

May y Duncan Smith agregan que el Gobierno se opone a que los inmigrantes sin trabajo intenten “acceder a los beneficios en cuanto llegan al país”, por lo que esperan retirar a partir de abril el derecho a beneficiarse de las ayudas de la vivienda.

En el Reino Unido hay un gran debate en torno a la inmigración a raíz del levantamiento de las restricciones para trabajar de los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria el pasado 1 de enero.

El Gobierno informó a finales del año pasado que estudiaba planes para restringir el acceso de los comunitarios al sistema de subsidios y consideró también la deportación de los que no buscan trabajo y piden limosna en la calle.