El pleno de la Eurocámara ha exigido este jueves a los Estados miembros que respeten el derecho a la libre circulación de europeos, incluidos los trabajadores rumanos y búlgaros, para los que las restricciones expiraron el pasado 1 de enero, y ha rechazado introducir nuevas limitaciones, como pide en particular Reino Unido.

En una resolución conjunta presentada por el PPE, socialistas, liberales, verdes y la izquierda unitaria, que se ha aprobado en una votación a mano alzada, el Parlamento reclama a los países de la UE que se abstengan de llevar a cabo ninguna acción que pudiese afectar el derecho a la libre circulación y que rechacen cualquier propuesta para restringir el número de inmigrantes, puesto que es contrario al principio mismo de la libertad de circulación de personas.

Los eurodiputados sostienen que la proximidad de las elecciones europeas ha convertido el asunto en un tema de campaña para algunos partidos políticos y alertan del riesgo de que este debate conduzca a un aumento del racismo y la xenofobia. El texto también lamenta que algunos políticos europeos de alto rango hayan hecho recientemente declaraciones que socavan el derecho a la libre circulación.

Algunos estudios recientes de la Comisión muestran que la mano de obra migratoria supone una contribución neta para las economías y presupuestos de los países de acogida, destaca la resolución. Aunque sólo el 2,8% de los ciudadanos de la UE vive en otro país comunitario distinto al suyo, éstos son un elemento clave en el éxito del mercado interior y el impulso de la economía europea, apunta.

Finalmente, la Eurocámara recuerda a los países que es su responsabilidad atajar los usos indebidos de sus respectivos sistemas de protección social, con independencia de si éstos los cometen sus propios ciudadanos o nacionales de otros países de la UE.