El Plan Integral de Mejora de la Seguridad y la Convivencia del Barrio de Lavapiés fue presentado a los medios de comunicación en diciembre de 2012 por la Delegación de Gobierno junto con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. La idea, impulsada por Cristina Cifuentes a los pocos meses de su llegada a la institución, nació con escepticismo entre los diferentes colectivos del barrio que sólo conocieron un borrador del mismo de boca del entonces subdelegado del Gobierno. Con todo, las entidades no entendían cómo se ponía en marcha el proyecto cuando desde 2005 existía un plan de acción de Lavapiés con intervención social y educativa de la Comunidad y el Ayuntamiento.

Aún fue peor que en materia de seguridad ciudadana el nuevo plan de Cifuentes declarara la «zona prioritaria por la existencia de un tipo específico de delincuencia (okupas y 15-M)». Desde luego esos colectivos no se pueden vincular a la delincuencia ni tampoco se pueden asociar las fechorías que se cometen en el barrio con la inmigración. En todo caso, lo que puede conducir a cometer actos delictivos es la marginalidad que se produce por la falta de integración.

El problema con el plan de la Delegación de Gobierno es que los vecinos no saben como se está aplicando ni cuáles son sus resultados. A mediados de 2012 se constituyeron las primeras mesas de trabajo y tras su posterior presentación Cifuentes no ha vuelto a convocar a los agentes sociales.

Ni la delegada del Gobierno ni sus muchos acólitos se han sentado en año y medio con las entidades de Lavapiés para evaluar ese plan presentado entre alardes, aunque sí ha habido un par de encuentros con el Ayuntamiento y la Comunidad tras la puesta en marcha de los refuerzos policiales en el barrio de Lavapiés, la Policía Municipal a caballo o el dispositivo para eliminar las cundas.

Cristina Cifuentes, cuando llegó a la Delegación de Gobierno, no paró de interesarse por conocer los entresijos de la ciudad, de lanzar mensajes claros sobre actuaciones judiciales y de recibir a diferentes asociaciones. Ahora ya no les presta tanta atención. Cabe preguntarse si esas reuniones de trabajo forman parte ahora de su intensa agenda, como su presencia regular en los numerosos medios de comunicación entre los que cuenta con mucha complicidad. Hoy mismo acudirá a un programa de Telecinco y luego presentará a la prensa el balance de sus dos años de gestión al frente de la Delegación de Gobierno.