Miles de inmigrantes sobreviven atrapados en un limbo en la UE

Un informe explica que no pueden ser expulsados ni obtener papeles

La Voz de Galicia, Madrid / Europa Press, 14-01-2014

Miles de inmigrantes se encuentran «atrapados en un limbo» en suelo europeo porque las autoridades no pueden expulsarlos a sus países de origen, pero tampoco les permiten regularizar su situación: llegaron de forma clandestina, pasaron por centros de internamiento, fueron puestos en libertad y ahora viven sin derechos y «bajo el radar» de la policía, que «los detiene reiteradamente» por carecer de papeles.

Así lo recoge un informe del Consejo Europeo de Exiliados y Refugiados (ECRE, por su siglas en inglés), una red de oenegés que ha puesto en marcha una campaña para dar a conocer la situación de estas personas que, en la mayoría de los casos, no podrían regresar a su país aunque quisieran «por razones que escapan a su control».

Son diversos los motivos por los que una persona se convierte en inexpulsable. El más frecuente es de índole administrativa: el individuo carece de documentación oficial que acredite su lugar de nacimiento o la Administración no la considera válida. Si la embajada del supuesto país de origen no reacciona en plazo, no reconoce como compatriota al afectado o impide la expedición de documentos, este es puesto en libertad pero queda sin papeles. También pueden caer en esta situación los solicitantes de asilo cuya petición es denegada.

Algunos países europeos cuentan con mecanismos para conceder a las personas en esta situación un permiso de residencia o de estancia tolerada con un mínimo acceso a sus derechos fundamentales (en España puede ser la residencia por circunstancias excepcionales, con la que contaban 50.803 personas a 30 de junio de 2013). No obstante, para la ECRE, «no proporcionan una ruta suficiente para la regularización», ya que son muchos los que nunca llegan a conseguirla.

«Los inmigrantes inexpulsables permanecen durante años en situación irregular, sin perspectiva de una situación regular de residencia. Como consecuencia, se les excluye de los derechos a la salud, la vivienda, la educación y el trabajo; experimentan la indigencia, un deterioro de su situación física y mental y una criminalización. Simplemente, están atrapados, sin nada que puedan hacer para tomar el control de sus vidas», explica el informe.

Es la situación de Michel, un burundés que carece de documentos de identidad y vive en Francia desde 2002. Su embajada, que no le reconoce como ciudadano, dice que debe ir a Burundi para obtener un pasaporte, pero no puede desplazarse hasta allí sin tener ese documento de viaje. Las autoridades francesas no pueden expedirle un salvoconducto porque ha estado retenido cuatro veces en tres centros de internamiento. No podrá acceder a un permiso de residencia.

El informe recoge 38 casos como el suyo, de personas atrapadas en ese limbo en que se han convertido Reino Unido, Hungría, Francia y Bélgica para los inmigrantes inexpulsables. Entre ellos se cuentan personas como Marie, congoleña madre de un niño belga que lleva 13 años en el país y sigue en situación irregular, o Mohammed, un iraní atrapado en Francia que ha intentado más de una treintena de veces llegar al Reino Unido para pedir asilo. No puede volver atrás pero tampoco puede avanzar.

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