Mujeres rrom rumanas

Biteri kultur etxea es la sede de una exposición que se abrió ayer centrada a las féminas de esta nacionalidad que viven en situación precaria en Donostialdea

Diario Vasco, JUAN F. MANJARRÉS manjarres@telefonica.net | HERNANI., 14-01-2014

Biteri acoge desde ayer la exposición ‘Entre viajes de ida y vuelta, vidas rrom rumanas’, que busca dar a conocer aspectos de las vidas y problemáticas de las mujeres rrom (gitanas) rumanas sin techo, que viven por Donostialdea, realizada por Adriana M. Villalón del Programa para la convivencia intercultural del Ayuntamiento de Donostia en colaboración con el Museo San Telmo, donde fue inaugurada en diciembre de 2012.

Se trata de una exposición fotográfica con extractos de historias de vida sobre esas mujeres inmigrantes que, entre viajes de ida y vuelta, sacan adelante sus vidas y la de sus familias desde una economía no convencional que en ocasiones puede generar rechazo o alarma. La muestra se puede visitar en la Casa de Cultura hasta el día 25 de enero.

«A través de encuentros, desde el contacto en las calles de Donostia, en sus pueblos de origen en Rumanía y en el espacio para mujeres rrom en La Casa de la Mujer – Emakumeen Etxea, que fue gestionado por el Programa de Mediación intercultural del Ayuntamiento de Donostia, fuimos conociendo diversas e interesantes mujeres rrom de las que aquí se presenta apenas un extracto organizado en imágenes y fragmentos de conversaciones. En las entrevistas han hablado sobre su infancia, los estudios realizados o abandonados ya sea para hacerse cargo de hermanos menores y ayudar en las tareas domésticas, como para comenzar precozmente la vida laboral o hacerse madres; también sobre sus problemáticas y lo que les gustaría decir a aquellas personas que no las conocen y que suelen verlas en algún punto de la ciudad pidiendo trabajo, dinero o ayuda», afirman los organizadores.

Discriminación

La rrom (gitana) es una población que está presente en toda Europa pero que, particularmente en los Países de Europa Central y Oriental, ha sufrido una histórica situación de discriminación y exclusión social, económica y cultural por parte de la sociedad mayoritaria, que se repite en los países de destino europeos. Prueba de ello es que hasta 1864, en Rumanía, sufrieron esclavitud y servidumbre, dispersándose a diversas partes del mundo para evitar nuevas opresiones. Durante el régimen nazi fue también una población perseguida y recluida en campos de concentración, donde muchos fueron asesinados. Tras la Segunda Guerra Mundial los gobiernos comunistas de Rumanía ejecutaron políticas de dispersión y asimilación de la población rrom, así como una intervención activa para incorporarlos al mercado laboral convencional. Si bien ese gobierno aseguró unos mínimos estándares y generó salidas laborales, asignó a la población rrom a los sectores menos cualificados.

Así, desde 1989 las duras reformas de la transición a una economía de mercado (despidos por cierre de fábricas, privatizaciones, mecanización de agricultura, reducción de políticas sociales, etc.) la población rrom se encontraba en desventaja y fue, al mismo tiempo, la principal afectada. Al perder sus trabajos y no poder reingresar al mercado laboral, debido tanto a su baja cualificación como a una discriminación que afecta a todos los ámbitos de su vida, fueron refugiándose en trabajos precarios y marginales, migrando a nuevos destinos hasta llegar a Euskadi.

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