Menos de dos alumnos de cada cuatro extranjeros que cursan la ESO en la provincia acceden posteriormente al Bachillerato y a ciclos formativos. Las situaciones de irregularidad documental en la que se encuentran algunos jóvenes y los problemas económicos de los padres están complicando que puedan continuar con su formación.

Esta es una de las conclusiones sobre las que pone el acento el Secretario Diocesano de Migración de Orihuela-Alicante (Asti-Alicante) en su informe sobre la «Situación de los menores de 0 a 15 años en la provincia de Alicante). Una investigación donde su autora, la socióloga María Victoria Barceló, ha analizado tanto la evolución poblacional de este colectivo, las nacionalizaciones, los permisos de residencia y la escolarización.

En este último punto se observan diferencias según las etapas de estudios partiendo de la premisa de el número de alumnos extranjeros ha disminuido en todo el país por el retorno de inmigrantes a sus países debido a la crisis y también por la bajada de la natalidad. Alicante no ha sido ajena a esta nueva realidad y en los siete cursos que se han analizado (desde 2006-2007 al 2012-13), el peso relativo de los estudiantes de otras nacionalidades ha bajado un 0,57%. Aún así, la provincia sigue manteniendo un porcentaje más elevado de alumnado extranjero (13,08% del total de matriculados) que respecto al conjunto de España, que supone el 9,43%.

Por etapas, en la enseñanza Infantil, la escolarización de este colectivo se ha incrementado en los siete cursos, mientras que en Primaria la demanda de matriculaciones alcanzó su máxima presencia en el curso 2008-09, según el citado informe, con 18.669 estudiantes. Fueron los años en que la crisis estaba ya estaba al alza y comenzó un descenso continuado (han sido finalmente 3.769 escolares menos en el periodo estudiado).

Igual ha ocurrido en la ESO, aunque en esta etapa el descenso de extranjeros ha sido menor (-209 alumnos) y podría deberse a que se ha producido un trasvase de alumnos de Primaria a Secundaria.

En el caso de Bachillerato, el estudio señala que se ha registrado un aumento continuado de presencia extranjera durante estos siete cursos, y también en los cursos de los ciclos formativos, aunque en este último nivel hay una menor cantidad de estudiantes. Ahora bien, «los alumnos y alumnas que acceden a estos niveles son notoriamente insuficientes respecto a los datos de la ESO, ya que en el curso 2012-13, menos de dos alumnos de cada cuatro cursa Bachillerato o ciclos formativos», advierte el Secretariado Diocesano de Migración, dependiente del Obispado.

La explicación que se aporta es que los jóvenes que se encuentran en situación de irregularidad documental al terminar la etapa obligatoria de enseñanza «no tienen posibilidad de matricularse en nuevas instancias». En la mayoría de los casos, añade el estudio, «la causa de esta situación la encontramos en las dificultades económicas que afrontan los padres, ya que tienen que demostrar los suficientes medios económicos para sostener las necesidades de las familias, que incluye a los menores de 18 años».

A mayor cantidad de menores, mayores deben ser los ingresos, lo que supone una gran dificultad con la situación de crisis y la destrucción de puestos de trabajo. «La consecuencia para los jóvenes afectados por esta circunstancia es la falta de oportunidades, que conlleva la imposibilidad de acceder a una mejor formación», apostilla.

Respecto a las zonas de procedencia del alumnado, África y Asia son los únicos continentes que mantienen un aumento constante en todos estos años y casi se duplica su presencia. En el caso de la UE, el mayor incremento fue en el curso 2007-08, que coincidió con una drástica bajada de estudiantes procedentes del resto de Europa, y se relaciona con la incorporación de Rumanía y Bulgaria a la UE en 2007, aumentando los estudiantes búlgaros. Por contra, donde ha habido una bajada significativa ha sido con el alumnado de América Latina. La disminución desde el curso 2008-09 ha sido de un 36%, lo que supone que se matricularon 5.951 alumnos menos.