TESTIGO DIRECTO
Valls gana el pulso contra el cómico ‘antisemita’
Logra que el Constitucional prohíba el ‘show’ de Dieudonné
El Mundo, , 10-01-2014Manuel Valls, 2; Dieudonné, 1. En la guerra que el Gobierno francés ha emprendido contra el humorista, el titular de Interior consiguió ayer una victoria decisiva. El Consejo Constitucional suspendió in extremis el show en Nantes del cómico antisemita por sus propósitos racistas. Una decisión que sus fans juzgan contraria a la libertad de expresión y que vuelve a dividir a Francia.
«Los shows de Dieudonné no son espectáculos de humor sino mítines políticos donde se difunde el mensaje abyecto del odio. Este es un combate político y la cancelación del recital supone una victoria de los valores republicanos, particularmente de la fraternidad», declaró anoche Valls nada más conocer la decisión del más alto tribunal galo. Dieudonné M’bala M’bala, por su parte, dijo que responderá al Gobierno y al Constitucional hoy, mediante un vídeo colgado en su web www.dieudosphere.com.
«Los agentes buscan el enfrentamiento físico, así que volved a casa cantando La Marsellesa», pidió el actor de 46 años a través de Facebook a los fieles que, dos horas después de la anulación, seguían concentrados en las inmediaciones del Zenith de Nantes. Se trataba de evitar cualquier protesta o incidente que causara desórdenes públicos, argumento por el cual los sabios habían dado la razón a Valls en contra del dictamen formulado a primera hora de la tarde por el Tribunal Administrativo de Nantes.
Los magistrados regionales habían invalidado la prohibición del espectáculo ordenada dos días atrás por el prefecto departamental, como ya había ocurrido anteriormente otras 15 veces, cada vez que las autoridades locales galas han tratado de cancelar una representación de Dieudo debido a su contenido antisemita. Pero, en este caso, el Constitucional ha apreciado «un riesgo real de desórdenes públicos» y su decisión inapelable va camino ahora de sentar jurisprudencia, puesto que el cómico franco-camerunés tenía previsto pasear su monólogo Le Mur por otras 21 ciudades de provincias este invierno.
Abucheos, forcejeos, gritos de «Valls dimisión», banderas tricolores y estrofas de La Marsellesa cantadas a voz en cuello. Así acogieron sus jóvenes incondicionales, poco antes de las 19.00 horas, la noticia de que el alto tribunal había suspendido la fiesta. Algunos lanzaban proclamas antigubernamentales y entonaban la canción Shoah ananas, en la que el humorista se burla zafiamente del Holocausto. Otros se hacían fotos con el móvil realizando el gesto de la quenelle inventado por Dieudo: un saludo antisistema que muchos consideran un símbolo de reminiscencias nazis.
«Tanto si se celebra la representación como si se anula, esto va a ser un auténtico bazar», declaraba horas antes el propietario del Zenith, Daniel Colling, quien había tomado la decisión de no abrir las puertas de la sala hasta que el Constitucional se pronunciase.
Pero la bronca callejera que esperaban el Ejecutivo y la Alcaldía no llegó a producirse, bien porque la prefectura había desplazado hasta este suburbio al oeste de Nantes 18 vehículos de la Gendarmería, 140 agentes y dos divisiones adicionales de antidisturbios, bien porque el habitualmente excesivo Dieudo optó coyunturalmente por la prudencia y no dar más armas a sus enemigos.
«Es una gran decepción para mí. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a expresarse y todos los públicos merecen un respeto», declaraba Stéphan, un admirador del cómico que llevaba horas guardando cola frente al Zenith. «Este es un ataque a la Francia de Voltaire y no entiendo que el ministro del Interior, con todos los problemas que tiene el país, tenga que ocuparse precisamente de esto», añadía. «He hecho 350 kilómetros para venir a verle. Esto es una putada. Ahora tendré que ir a Suiza para disfrutar de su show», anunciaba un malhumorado Kevin.
«Voy a romper mi carné del Partido Socialista cuando llegue a casa. Es incomprensible que se hayan metido en este lío que atenta contra la expresión artística», proclamaba otro de los miles de partidarios que, a pesar de la humedad, el frío y la llovizna, no abandonaron este rincón de la región del Loira hasta ver al actor irse sin decir palabra dentro de un BMW negro con los cristales tintados.
«La decisión del alto tribunal francés fortalece la posición del Gobierno», señaló ayer vía Twitter el primer ministro Jean-Marc Ayraut. «No podemos aceptar que, en nuestra sociedad, se dé la menor complacencia con el antisemitismo, totalmente ajeno a nuestros valores y nuestros principios».
«Ningún republicano puede permitir que un profesional del racismo, el antisemitismo y el odio siga beneficiándose de un foro de este tipo», se pronunció en la misma línea el jefe de la oposición conservadora Jean-François Copé (UMP). Y hasta la titular de Cultura, Aurélie Filipetti, insinuó anoche que se pondrá en contacto con YouTube y Dailymotion para que asuman sus responsabilidades sobre el caso Dieudonné.
Perseguido por todos, a este cómico excesivo en cuyo show se encadenan bromas de pésimo gusto sobre la comunidad hebrea con ataques a las mujeres, los islamistas o los chinos, sólo le defiende veladamente el polémico Frente Nacional. Su vicepresidente, Florian Philippot, denunció el jueves «una nueva operación de diversión con fines electorales y un gesto gubernamental que está muy alejado de lo que realmente preocupa a los franceses».
«En los últimos meses se ha debatido sobre el matrimonio gay, la prostitución, el affaire Leonarda y ahora el show de un cómico. Hay una voluntad manifiesta del Gobierno de saturar los medios con estos temas en vez de tratar otros mucho más graves como la crisis o la inseguridad», concluía Philippot.
Ese es quizá el éxito del cómico Dieudonné M’bala M’bala y la tragedia de una Francia cada vez más dividida, enfadada y desconcertada.
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