REINO UNIDO El barrio londinense de Tottenham pasó toda la noche en estado de máxima alerta después de que un jurado dictaminase que la policía no actuó ilegalmente en la muerte de Mark Duggan. Ese suceso, en agosto del 2011, fue el detonante para unos disturbios que se propagaron por toda la ciudad y desembocaron en el pillaje generalizado y la quema indiscriminada de negocios. Por 8 votos a 2, el jurado exoneró a los agentes que dispararon contra Duggan, un delincuente local de poca monta que viajaba en un taxi, a pesar de que no iba armado. Una pistola con sus huellas digitales fue hallada a veinte metros del escenario del incidente, lo cual sugiere que podría haberla arrojado poco antes por la ventana del vehículo. Al anunciarse el veredicto y en medio de escenas caóticas poco habituales en los tribunales británicos, familiares y amigos de Duggan gritaron “asesinos” dirigiéndose a los miembros del jurado y a los policías. “La sentencia es una farsa porque se trató de una ejecución en toda regla y no nos detendremos hasta que se haga justicia”, declaró Shaun Hall, hermano de la víctima. El diputado laborista por Tottenham Mark Ramney dice que “quedan por aclarar muchas cosas”. / R. Ramos