El hogar fugaz de los inmigrantes continuos

Cruz Roja Baena atiende a 25 nuevos temporeros al díaSubsaharianos en su mayoría, llegan por la aceituna

ABC, P. GARCÍA-BAQUERO, 09-01-2014

Asu llegada a Baena se les ofrece una comida reponedora. Al centro de Cruz Roja para inmigrantes entran con lo puesto, en rutas migratorias coincidiendo con las campañas agrícolas, y allí se les da una acogida imprescindible para que puedan afrontar la dureza de su trabajo al aire libre. Son inmigrantes continuos: de la vendimia de Barcelona a la fresa de Huelva, pasando por la recogida de tomates de Almería, realizan los trabajos y se marchan. En Baena les atienden y les dan un techo. Se trata de jóvenes temporeros procedentes del África Subsahariana que han tomado desde el año 2005 este centro de primera acogida como referencia.

El presidente de Cruz Roja Baena conoce bien cuáles son las necesidades de este colectivo, desde que comenzó a echar una mano a los primeros inmigrantes que llegaban a la aceituna hace ya 12 años «En el año 2002 comenzamos con la atención a este colectivo. Hacia el mes de octubre, tienen su itinerario de campaña, en noviembre abrimos un comedor de temporada, aunque tienen un programa durante todo el año, el centro de estancia diurna, donde se le proporciona desde una alimentación reparadora, pero evitando el cerdo que los musulmanes no pueden comer», dice.

Sin embargo, en Cruz Roja Baena les recuerdan que no es una situación sostenida en el tiempo, que esta acogida especial es sólo durante unos días. Nadie se puede instalar en el centro de forma permanente.

Cama, comida y acogida hasta que encuentren trabajo. Sin embargo, en esta campaña de la aceituna la rotación ha sido absoluta, ya que de las 25 plazas existentes se mudan de tal manera que a fecha de hoy han pasado más de 440 jóvenes jornaleros.

En esta primera acogida, Cruz Roja les ofrece todos los servicios: un ropero con un conjunto de prendas a un kit de piezas de higiene. Disponen de duchas, servicios y lavandería. Esas 25 plazas de alojamientos, de personas que han llegado por Ceuta y Melilla, nunca quedan vacías.

La mayoría tienen experiencia como temporeros, proceden del África subsahariana o del Magreb, vienen con su documentación en regla. Van de campaña en campaña: de Almería a Murcia, de ahí a Ciudad Real. Otros proceden de Cataluña, de la vendimia, y llegan a Córdoba a recoger aceitunas y de aquí se van a la campaña de la fresa de Huelva. Luego suben por la meseta a los trabajos del espárrago o el tomate.

Este año, cuenta Juan Manuel Léon, «a Cruz Roja Baena nos llamó la atención porque avisamos de que no hacía falta tanta mano de obra, porque se abastecía con lo local, pese a que era una buena campaña de aceituna, y llegaron más que el pasado año». Sin embargo, los que no encontraron trabajo continuaron su ruta de temporeros y el resto se incorporó a las cuadrillas sin ningún problema y en un gran ambiente de convivencia, sin signos de racismo. De hecho, dada la buena integración, uno de esos temporeros ha sido el Rey Baltasar.

Todo eso desde Cruz Roja sin desatender a las más de 400 familias de Baena golpeadas por la crisis económica de estos años, y a las que se les paga desde el recibo de la electricidad a la bombona de butano.

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