Internacional

Alemania investigará si los inmigrantes abusan de las ayudas sociales

Los socialcristianos han denunciado un supuesto fraude coincidiendo con la apertura del mercado laboral a Rumanía y Bulgaria

La Voz de Galicia, Juan Carlos Barrena / Colpisa, 09-01-2014

El Gobierno alemán a las órdenes de la canciller federal, Angela Merkel, ha decidido afrontar los supuestos abusos en el sistema social germano por parte de inmigrantes pobres procedentes sobre todo del este de Europa. En su primera reunión del año, el Consejo de Ministros acordó la creación de una comisión formada por los secretarios de Estado de los ministerios afectados que deberá investigar si esos abusos tienen realmente lugar y cómo actuar en el caso de que se confirmen las sospechas.

Pese a encontrarse prácticamente de baja debido a una fisura en la cadera por una dura caída cuando practicaba esquí de fondo en Suiza las pasadas Navidades, Merkel presidió la reunión de su nuevo gabinete, cuyos ministros juraron sus cargos el pasado 17 de diciembre. La canciller, que ha anulado o aplazado múltiples compromisos para las próximas semanas, acudió a la cita apoyada en muletas y posó sonriente ante las cámaras, pese a que su lesión se considera muy dolorosa.

Las sospechas sobre los presuntos abusos fueron levantadas por la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) al iniciarse el año, con motivo de la apertura del mercado laboral de la Unión Europea a los ciudadanos procedentes de Rumanía y Bulgaria, dos de sus socios más recientes. Pese a las críticas de la oposición y de sus socios socialdemócratas en el Gobierno germano por practicar una política populista, la CSU insistió ayer en sus polémicas tesis sobre la inmigración. Durante el habitual congreso postnavideño de la formación hermanada con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, los socialcristianos bávaros aprobaron en la localidad de Wildbach Kreuth un documento titulado Quien estafa, sale volando en el que se exige poner freno a esa supuesta inmigración fraudulenta que sólo busca exprimir el sistema social germano.

«No se debe favorecer la inmigración pobre en los ayuntamientos. Estamos de acuerdo con el libre movimiento de mano de obra en la UE, pero rechazamos una inmigración hacia nuestros sistemas de garantías sociales». Así reza uno de los apartados del polémico texto aprobado por los conservadores bávaros.

Estos se han visto respaldados además por la Dieta de Municipios Germanos, que reclama más respaldo del Gobierno federal para afrontar una inmigración que grava principalmente sus arcas. Su gerente, Stephan Articus, reclamaba desde las páginas del diario Frankfurter Allgemeine ayudas financieras y reformas legales para hacer frente a la creciente inmigración de personas indigentes «procedentes de Bulgaria y Rumanía».

El nuevo ministro federal de Cooperación Económica, el socialcristiano Gerd Müller, acusó además a los gobiernos de esos dos países de haber fracasado en el desarrollo económico de sus territorios pese a las ayudas multimillonarias que perciben de los fondos de la UE.

Datos contradictorios

Sin embargo, las cifras no confirman las sospechas de presuntos abusos que denuncia la CSU. El Instituto de Investigación del Mercado Laboral y Profesional de Nuremberg ha revelado que solo el 0,6% de quienes reciben subsidios sociales en Alemania proceden de Bulgaria o Rumanía y que el número de desempleados de esas nacionalidades en este país es inferior a la media nacional y al de los ciudadanos procedentes de otros países que emigraron a Alemania. Por este motivo muchos expertos consideran inapropiado hablar de inmigración de ciudadanos pobres procedentes de los países balcánicos citados. La decisión del Gabinete de Merkel de constituir la comisión de secretarios de Estado para estudiar esa problemática es considerada por ello como una medida salomónica de cristianodemócratas y socialdemócratas para apaciguar los ánimos de la CSU y demostrar con un estudio exhaustivo que sus sospechas carecen realmente de fundamento.

La inmigración, sobre todo de mano de obra especializada resulta vital para Alemania. El instituto de Nuremberg advierte de que en el año 2025 este país tendrá 6,7 millones de ciudadanos menos en edad laboral y necesitará desde hoy y hasta entonces millones de inmigrantes para cubrir las vacantes y garantizar el funcionamiento de todo el sistema social.

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