El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona vuelve a estar en el epicentro de la polémica. Menos de un mes después de que el Síndic de Greuges –Defensor del Pueblo catalán– pidiera una investigación por el suicidio de un interno de nacionalidad argelina, se ha presentado una nueva denuncia, esta vez por presuntos malos tratos de agentes de la Policía Nacional a varios de los internos.

La plataforma Cerremos los CIE presentó el 1 de diciembre un escrito en el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, después de que tres de los internos les alertaran por teléfono sobre cargas policiales vividas en el interior del CIE el pasado día 31. «Los policías se han llevado a tres personas, los van a matar a golpes. Llama a alguien, que los matan» fue el contenido de una de dichas llamadas, según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso este diario. En ella, además de reclamar una investigación, el colectivo reclama detener el proceso de deportación de cinco internos que fueron testigos. Según confirmó ayer Cristina Fernández, una de las abogadas del colectivo, uno de los heridos habría sido ya expulsado del país.

Fuentes oficiales de la Jefatura de Policía Nacional en Barcelona rechazaron ayer comentar el contenido de la denuncia, aunque especificaron que la carga que se produjo el día 31 por la tarde fue un intento de «calmar los ánimos» entre los internos después de que estos generaran alborotos aprovechando una protesta a las puertas del centro.

El Síndic, por su parte, criticó ayer a la defensora del Pueblo por no permitirle realizar una investigación inmediata in situ en el centro tras conocer las denuncias sobre las agresiones.