En clase de chino y árabe con alumnos de primaria

La Voz de Galicia, 06-01-2014

Ni háo. «Significa hola», explica Míriam, de 9 años, mientras escribe en la libreta en pinyin, que es la transcripción del chino al alfabeto latino. Lo más difícil es «pronunciarlo», dice, y coincide con ella Inés, que se decantó por este idioma, muy de moda en Galicia como actividad extraescolar, por «eso de que los demás no entienden nada de lo que estás escribiendo». Y Rosalía, que se sienta a su lado, recuerda, divertida, que le escribieron «una felicitación de cumpleaños en el encerado» a una profesora «y no sabía lo que ponía». Las tres son alumnas del colegio El Pilar (Maristas), de Vigo, cuyas actividades están organizadas por Exodega.

Javi, Raquel y Paula también se orientan hacia los idiomas, aunque en su caso perfeccionan el inglés. La peque del grupo se llama Sofía. Tiene 7 años, y el chino es lo que más le va. «Bueno – matiza – , primero el fútbol y después el chino». Su profesora se llama Suevia Sobral. Es licenciada en Derecho y traduce chino y japonés. «A los niños les cuesta la pronunciación. Ma, por ejemplo, según los matices, puede significar madre, caballo o un tipo de planta».

En El Pilar da clases de francés y árabe Samira Mili, profesora marroquí, mientras prepara el doctorado en Económicas por la Universidade de Vigo. El árabe tampoco les resulta sencillo a los alumnos gallegos, tal vez porque «no tiene vocales, sino símbolos», que a veces ni siquiera se escriben en las palabras, que se deducen «únicamente por sus consonantes». En general, los chicos se acercan a esta lengua «por curiosidad».

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