parís. La ministra italiana de Exteriores, Emma Bonino, sugirió que entre los inmigrantes que entran ilegalmente en Europa tras atravesar el Mediterráneo se cuelan también personas vinculadas a movimientos terroristas que plantean un problema de seguridad.

“La dificultad para controlar esos desembarcos plantea cada vez más un problema de seguridad”, señaló Bonino en una entrevista publicada ayer por el diario francés Le Figaro, y advirtió de que es un fenómeno nuevo y que los europeos deberían “darse cuenta y cooperar entre ellos”.

Explicó que tras la “necesaria” intervención francesa en Mali para desalojar a los yihadistas que ocupaban el norte de ese país, hubo una desbandada de esos grupos hacia los países vecinos, en particular Libia y el sur de Argelia, y eso acarrea “un problema de seguridad que tal vez no se había evaluado plenamente”.

“Entre los inmigrantes que afrontan la peligrosa travesía por el mar hacia Europa, ahora nos damos cuenta de que junto a las mujeres y los niños se esconden individuos mucho menos simpáticos que vienen aquí para disfrazarse” o ponerse a salvo, añadió.

Preguntada por la falta de apoyo por sus socios europeos que tiene Francia en sus operaciones en África, la jefa de la diplomacia italiana respondió que es lo mismo que le ocurre a su país frente a la oleada de inmigrantes irregulares que llega desde las costas africanas.