Internacional
Dieudonné, el escándalo del multiculturalismo en la escena francesa
El año comienza en Francia en medio de la polémica provocada por el gesto de este cómico y los crímenes en una Marsella que celebra su condición de capital europea de la cultura
ABC, , 03-01-20142014 comienza en Francia con estallidos de inflamables llamaradas multiculturales, atizando, entre otros “fuegos”, un escándalo nacional y una ensangrentada crisis de criminalidad urbana. En Marsella, la segunda ciudad francesa, demográficamente, el año ha comenzado con un primer ajuste de cuentas entre bandas criminales, cobrándose dos muertos. 2013 terminó en Marsella con 23 muertes violentas, poco menos de dos asesinatos por mes, en una ciudad que celebra su condición administrativa de “capital europea de la cultura”.
La criminalidad urbana en Marsella, una de las más altas de Europa, tiene varios orígenes: pobreza social creciente, desarraigo cultural de inmigrantes en varios barrios, enfrentamiento étnico y cultural entre poblaciones de muy diverso origen. Liberation consagra a la crisis marsellesa un informe de tres páginas que se abre con este título: “Marsella: señal de alarma de los ajustes de cuentas”. Agregando: “La fractura norte / sur es una amenaza para toda la ciudad”.
Laurent Mucchielli, sociólogo, comenta: “Los traficantes de droga delegan la venta a los habitantes de los barrios pobres, donde la venta de droga es una economía de la supervivencia. El sistema funciona por todas partes, en toda Francia, pero es mucho más importante en Marsella”. El escándalo Dieudonné se inscribe en el mismo marco de fragmentación cultural.
Dieudonné M’bala M’bala se dió a conocer como humorista de extrema izquierda. En pocos años se convirtió en humorista que frecuentaba a Jean-Marie Le Pen, líder histórico de la extrema derecha francesa. Desde hace un par de años, en sus espectáculos se confunden los temas de extrema izquierda, extrema derecha y anti-sistema, con “toques” racistas y antisemitas. Manuel Valls, ministro del Interior, aspira a terminar prohibiendo o persiguiendo judicialmente al humorista.
Hijo de madre bretona y padre africano, Dieudonné ha conseguido atraerse los favores de un público donde cohabitan los jóvenes musulmanes radicales de las periferias urbanas, los jóvenes extremistas próximos a la familia Le Pen y algunos anti-sistema de difícil clasificación. ¿Qué puede “unir” a sectores sociales tan aparentemente “diversos”?: los “chistes” agresivamente anti judios, las “gracietas” obscenas contra el Papa, la retórica ultra radical contra Francia (“una puta”), la OTAN (“un prostíbulo de criminales”), los EE.UU. (el “capitalismo asesino”), entre un larguísimo rosario de violencias verbales, “animadas” con gestos que la justicia francesa considera neo nazis, como la ya célebre “quenelle”…
«Albóndiga» o «croqueta»
La “quenelle” francesa suele traducirse por “albóndiga” o “croqueta”, entre otras posibilidades coloquiales. Desde hace algún tiempo, Dieudonné ha popularizado una “quenelle” que suele “interpretarse” con una suerte de saludo neonazi, invertido. El humorista lleva años frecuentando “intelectuales” e ideólogos negacionistas, que intentan “justificar” los campos de concentración nazis. Dieudonné ha recibido el apoyo espectacular de un jugador de fútbol famoso, Anelka, que “celebró” un gol de finales de año con una “quenelle” que los espectadores judíos interpretaron como un gesto odioso por neonazi.
Francia tiene muchos otros rostros, claro está. Pero el escándalo Dieudonné y la crisis de la criminalidad urbana, en Marsella, iluminan inquietantes estragos multiculturalistas.
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