MANAR YA TIENE PERMISO PARA SER CURADA.
La burocracia ha impedido tratar durante dos meses las quemaduras de Manar
El País, , 27-12-2013Manar Almustafa, refugiada siria de 30 años, llevaba dos meses intentando salir de Melilla para ser tratada de las quemaduras que sufre en el 90% del cuerpo por un bombardeo. Las trabas burocráticas se deshicieron ayer al publicarse su drama . / josé palazón (prodeyn) “El director del CETI me ha dicho que, a lo mejor, mañana podemos salir de aquí”. Mohamed Almustafa, refugiado sirio, siente dudas. Lleva dos meses removiendo cielo y tierra desde Melilla para que le permitan trasladarse con su familia a Barcelona, donde viven sus padres y la mayoría de sus 24 hermanos. Tiene prisa: su hermana Manar, de 30 años, tiene el 90% de su cuerpo abrasado y necesita unos cuidados que el Hospital Comarcal de la ciudad autónoma no puede brindarle, pues carece de una unidad de quemados. Pero el traslado a la Península no ha sido posible porque la burocracia, de momento, lo ha impedido. Ayer, por fin, España concedió el asilo a su hermana por razones humanitarias y podrá emprender el ansiado viaje. La telaraña administrativa se ha deshecho tras la publicación de su drama en los medios.
Manar Almustafa huyó en 2012 de la guerra que azota su país junto a otros 13 parientes. Llegó a España en octubre con graves quemaduras debido a un bombardeo que echó abajo su casa, en la ciudad de Homs, una de las más castigadas por las tropas del dictador sirio Bachar El Asad desde que comenzara la revolución en febrero de 2011. “Mi hermana y mi mujer estaban en la cocina preparando la comida cuando las bombas cayeron”, recuerda Mohamed. La explosión mató a parte de su familia, mutiló la pierna de su mujer, Smiha, y a Manar le provocó gravísimas quemaduras que desfiguraron su cara y su cuerpo para siempre. Además, sus tres hijos —dos niños de ocho y seis años y una niña de cinco— desaparecieron. Mohamed insiste en que podrían estar tanto vivos como muertos
Smiha y Manar recibieron la primera atención médica en un hospital improvisado y, cuando fueron estabilizadas, emprendieron la huida. Primero, a Líbano, después a Egipto, donde Manar fue sometida a ocho operaciones y Smiha, a seis. Cuando el general Abdul Fatah Al Sisi dio el golpe de Estado que derribó el Gobierno de los Hermanos Musulmanes, la familia hizo las maletas de nuevo y marchó a través de Argelia y Marruecos hasta alcanzar Melilla. Allí, la petición de asilo de los Almustafa fue admitida y los médicos del hospital recomendaron el traslado de Manar a un centro donde pudieran tratar sus graves heridas. Pero las autoridades melillenses han impedido que la familia salga de la ciudad autónoma porque la tarjeta que les reconoce como solicitantes y que les permite residir en España es válida únicamente para la ciudad en la que están, una particularidad que solo ocurre en Ceuta y Melilla porque no están consideradas fronteras Schengen.
Fuentes de Interior han confirmado a EL PAÍS que su solicitud ha recibido un informe favorable para que reciba protección internacional, y que solo faltan “pequeños detalles burocráticos” para que esta se apruebe definitivamente, algo que está “a punto de suceder”. En España, las solicitudes de asilo se deben resolver en un plazo de entre tres y seis meses, pero tardan uno o dos años. Según datos oficiales, existen 3.300 solicitudes pendientes. Solo en 2012 se recogieron 1.871 peticiones, 254 de sirios.
Las quemaduras de Manar han convertido su vida en un tormento. “Llora del dolor, no duerme”, lamenta Mohamed. “Le sale sangre de las manos y de la cara, y también un líquido amarillo; existe un gran riesgo de infección”. En urgencias los médicos solo pueden facilitarle calmantes. Desde la Delegación del Gobierno en Melilla aclaran que no requiere una operación urgente, sino una cirugía reparadora que exigirá un periodo largo de intervenciones.
La causa de Manar ha recabado importantes apoyos en poco tiempo. La Defensora del Pueblo ha remitido un escrito al Gobierno para que esta familia sea trasladada “de manera inmediata a la Península”. El diputado de Amaiur Jon Iñarritu llevó el caso al Congreso el 23 de diciembre tras conocer en Melilla la situación de Manar. Mientras, la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía anunció ayer que ponía a disposición de esta familia la unidad de quemados del hospital sevillano Virgen del Rocío.
Mohamed, sin embargo, quiere llevar a sus parientes a Barcelona. “Mi padre vive allí desde hace 20 años y ya ha hablado con el hospital Vall d’ Hebron para ingresar a mi mujer y mi hermana cuando lleguemos”, asegura.
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