La imagen de Italia ha vuelto a resentirse por el trato a los inmigrantes que llegan a la isla de Lampedusa. La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, amenazó ayer a Roma con abrir un procedimiento sancionador y con la eventual retirada de ayudas para gestionar el flujo migratorio si se repiten escenas como las divulgadas anteayer del centro de acogida de Lampedusa, donde los inmigrantes, desnudos, eran fumigados con un desinfectante contra la sarna. El buen nombre de Italia fue puesto ya en entredicho en octubre cuando un barco atestado de fugitivos eritreos naufragó a medio kilómetro de Lampedusa. Murieron ahogadas 366 personas. Quedaron muchas dudas sobre si se hizo todo lo necesario para salvarlas y sobre si el sistema de vigilancia y rescate era el correcto. Las imágenes divulgadas por RAI 2 sobre la fumigación de los inmigrantes reavivó las críticas por las deplorables condiciones del centro de acogida, gestionado por una cooperativa privada. Ayer por la tarde se informó de que la dirección del centro será sustituida. También hay abierta una investigación judicial. La ministra de Asuntos Exteriores, Emma Bonino, habló de “imágenes horripilantes”. “Un país serio no se comporta así”, añadió Bonino y pidió responsabilidades. El responsable del centro en Lampedusa, Cono Galipò, negó la acusación de que las instalaciones semejan un campo de concentración. Alegó que el procedimiento de desinfección está previsto en los protocolos sanitarios. Se rocía a las personas con un producto, derivado de la gasolina, que se compra en las farmacias. Según Galipò, usan la nebulización para evitar irritaciones y quemaduras. / E. Val