Sin llantos por la patera naufragada hace un año

El pasado fin de semana se cumplió un año del desgraciado accidente por el que una patrullera de la Guardia Civil y una patera colisionaban en el mar. Pese a que hubo una persona fallecida y se desconoce la situación de varios posibles desaparecidos, no ha habido actos en recuerdo de ellos.

Canarias 7, José Ramón Sánchez, 18-12-2013
De este modo, de nuevo la sociedad insular vuelve a mostrar en estos días que apenas si se tiene conciencia del drama que padecen las personas que se embarcan en una patera en busca de un mejor futuro, arriesgando su vida. El caso más palmario se constató en febrero de 2011, en el segundo aniversario del hundimiento de la barquilla que en Guatiza acabó con la vida de 25 ocupantes, si bien por aquellos días se supo tomar conciencia del olvido, de manera que en los años posteriores se han hecho pequeños homenajes junto al monolito existente junto a Los Cocoteros.

En este caso, ni Cabildo, ni ayuntamientos han tenido capacidad para emitir algún comunicado o realizar algún acto en relación con el percance padecido a mediados de diciembre de 2012. E igual ha sucedido con partidos políticos, sindicatos y otras asociaciones, a pesar de que el incidente padecido frente al litoral de Costa Teguise tuvo un notable seguimiento mediático.

Cabe recordar que a causa de una colisión entre una patrullera de la Guardia Civil y la patera hundida, perdió la vida uno de sus ocupantes, cuyo cuerpo tardó horas en salir a flote, muchos después de que se hubiera completado el rescate de otros 17 inmigrantes, procedentes de Sidi Ifni, que quedaron internados para ser repatriados a Marruecos. Además, se constató por aquellos días que hubo hasta siete posibles ocupantes desaparecidos, cuya suerte ha generado controversias de muy diversos estilos.

Hay quien sostiene que todos ellos perdieron la vida, atendiendo a que sus familias aseguran en el continente africano que no han tenido noticias de ellos. No obstante, también hay quien dice que ganaron la costa a nado, para evitar con ello la repatriación. Para sustentar esta segunda versión, bien puede valer la opinión de Enrique Espinosa, gerente del Consorcio Insular de Emergencias, quien ayer dijo que entendía «muy extraño» que ninguno de los cuerpos hubiera salido a flote, apareciendo en la costa de Fuerteventura, atendiendo a lo que suele ser normal.

De los siete desaparecidos, existe la convicción de que uno de ellos sí que ganó tierra con toda seguridad, de manera que la cifra quedaría rebajada a seis. Este supuesto superviviente se trata del patrón de la barquilla administrada por una presunta red criminal dedicada al tráfico de personas. Fue detenido en enero por la Policía Nacional en Arrecife, un mes después del naufragio. Llegó hasta la costa gracias a que nadó y se valió de un chaleco salvavidas.

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