En épocas tan convulsas como la que vivimos, donde la pobreza avanza con pasos de gigante, la concienciación y la solidaridad para con quienes se han quedado atrás son más necesarias que nunca. Con el fin de impulsar ideas solidarias entre sus alumnos, Maria eta Jose Ikastetxea ha puesto en marcha el proyecto ‘Han eta hemen’ (Allí y aquí). En colaboración con la entidad Cáritas, se realizarán tres jornadas a lo largo del año, de las cuales ayer se llevó a cabo la primera.

«Como escuela cristiana, tenemos claro que no podemos dejar de lado a quienes están sufriendo», informaba Ibon Ibarguren, profesor del centro educativo e integrante del grupo Darahli de solidaridad con el pueblo saharaui. El proyecto ‘Han eta hemen’ que fomenta la escuela consta de dos partes. «Como ‘Han’ tenemos los proyectos que realizamos en el Sahara y en Filipinas, y para el ‘Hemen’ hemos iniciado este año una colaboración con Caritas», informó.

Las primera de las tres jornadas consistió en una serie de charlas con alumnos de primaria y secundaria. «A los alumnos de primaria se les ha explicado en qué consiste el voluntariado y la solidaridad. En secundaria nos hemos centrado en temas concretos. En primero de ESO se ha tratado el tema de los inmigrantes y los gitanos, en segundo el comercio justo, en tercero la iniciativa Oldberri de recogida de ropa y en cuarto el proyecto Kale Gorrian.

Marcos es uno de los voluntarios colaboradores con Caritas que acudió ayer para hablar con los jóvenes. Se mostraba contento una vez finalizado una de las charlas. «Cuanto antes se den cuenta de la realidad, más fácil será que se conciencien».

Considera el voluntario, y así les señaló a los jóvenes, que «somos unos privilegiados». «Sin ninguna duda. Si tuviéramos una especie de termómetro de 0 a 100, Euskal Herria estaría por el 90. Es curioso que si les preguntamos a los jóvenes, dirán que su nivel de vida es normal, en un 50. Claro, es un 50 aquí, pero a nivel mundial somos unos privilegiados. Y si se dan cuenta de ello, se abrirán más fácil a las necesidades de los demás».

Marcos es de la opinión de que cierta gente utiliza las consecuencias de la crisis para ocultar la pobreza en la que viven en países del tercer mundo. «Es cierto que estamos en crisis, pero no la podemos comparar con la que viven allá. Las necesidades tampoco son las mismas. Por supuesto que aquí también hay que ayudar, pero que esto no se convierta en escudo para no atender realidades tan crudas como las que se viven en otros países».

Este colaborador de Cáritas acude tres veces a Donostia para dar a conocer una realidad que apenas se intuye. «Cuánta gente vive en la calle, cuánta gente no tiene ni para comer, cuánta gente está sola. Hay que atender a toda esta gente. Lo que sería normal es que fueran las instituciones quienes se ocuparan de ello, pero cuando el Estado no existe, lo deben realizar otros, en este caso, Caritas».

Animo a la juventud a presionar a los políticos para mejorar la situación. «Si los convencemos que aumentando los gastos sociales obtendrán más votos, le darán prioridad. ¿Que parece utópico? Se que no ocurrirá en su totalidad, pero si poco vamos incrementando la concienciación veremos hasta donde podemos llegar».