El proyecto puesto en marcha por la Concejalía de Inmigración para mediación intercultural y acción comunitaria que ha atendido a más de medio centenar de personas entre niños, mujeres y jóvenes del Rabaloche y sus barrios adyacentes se acabará a final de mes una vez agotados los fondos aportados por la Unión Europea (46.995 euros) y el Ayuntamiento (unos 18.000 euros) para su desarrollo. El concejal Emilio Zaplana aseguró que los buenos resultados obtenidos con un programa orientado a actividades de ocio pero a través del cual se ha podido trabajar en otros aspectos con la población a la que iba dirigido no cuenta con financiación para el próximo ejercicio, aunque afirmó que se intentará pedir más subvenciones porque el trabajo se queda a medio. En todo caso el socialista indicó que de no obtener ayuda económica para mantenerlo el Ayuntamiento se hará cargo de seguir con las actividades aunque sea a un nivel más modesto, ya que se trata de promover la convivencia en un barrio en el que se mezcla la población de etnia gitana con la inmigrante y las familias con pocos recursos y a través de las actuaciones se han podido trabajar otros aspectos problemáticos desde el área de Bienestar Social.

Las cifras que dio el edil suponen la atención a 400 vecinos además de los 139 menores que acudieron a los talleres realizados durante el verano. De ellos el 45% eran gitanos, un 30% inmigrante y el resto personas con riesgo de exclusión social. «Es uno de los proyectos que forman parte de un pequeño plan establecido desde Bienestar Social» donde se ha trabajado en el barrio de la calle Arriba, en las zonas adyacentes a Duque de Tamames donde también hay un gran índice de población inmigrante y en el Rabaloche «donde se ha realizado una actuación de manera más integral» con actividades de diversa índole en las que se han combinado las de ocio y deporte así como resolución de conflictos y mejora de la empleabilidad. Zaplana admitió que este tipo de proyectos deberían realizarse a más largo plazo por lo que no cejó en el empeño de solicitar nuevas subvenciones para continuar trabajando con sectores de la población que no están lo suficientemente atendidos por otras asociaciones, como son los de mujeres y jóvenes.

El concejal afirmó que a las mujeres de otras culturas hay que hacerles ver que «todos somos iguales, pero de una manera muy delicada para que acudan a este tipo de talleres», mientras que con los jóvenes se hizo hincapié en la prevención del consumo de drogas, entre otras cosas. El fin último de reunir en torno a una mesa en cualquier tipo de taller a esta población era tratar temas importantes para Bienestar Social encuadrándolas en una actividad de ocio.

De hecho los talleres han dado como resultado una serie de trabajos que se expondrán desde esta misma tarde a las siete en el Santo Sepulcro. Además de los monitores de ocio que han desarrollado los talleres se ha contado con un trabajador social y una psicóloga «porque el objetivo era trabajar desde dentro, de forma que pudiéramos acceder a esos colectivos y que nos sirviera para lo que buscábamos», concluyó el edil.