«No se puede ilegalizar el NPD por el mismo motivo por el que no se puede ilegalizar la estupidez», resumía ayer el ministro de Justicia de Hesse, el liberal Jörg-Uwe Hahn, la controversia alemana sobre la formación política de extrema derecha Partido Democrático Nacional (NPD). Los 16 Länder alemanes, representados en la cámara alta del Parlamento, Bundesrat, habían presentado minutos antes ante el Tribunal Constitucional una demanda de ilegalización.

En ella denuncian que el programa político y la ideología del NPD son «muy similares» a los del movimiento nacionalsocialista de Hitler. Pero a diferencia de hace 10 años, cuando tuvo lugar el último intento de sacar a la extrema derecha del mapa político alemán, esta vez el Bundesrat actúa en solitario. Ni el Gobierno Merkel ni el Bundestag, la cámara baja del Parlamento, se han sumado a la demanda.

El NPD fue fundado en 1964 con la ayuda de algunos ex nazis, hoy tiene cerca de 6.000 militantes y posee escaños en dos parlamentos regionales. El Gobierno federal trató de prohibir el partido en 2003, pero fracasó. El Constitucional cuestionó entonces la legitimidad de las evidencias presentadas debido a que la mayoría de los testigos clave del proceso e incluso miembros de la directiva del NPD acabaron revelándose como personal infiltrado de los servicios de Inteligencia alemanes, hasta tal punto que quedaba en duda quién tenía infiltrado a quien.

Estrangulamiento

Aquel bochornoso episodio sólo sirvió para dar publicidad al partido, por lo que Merkel ha optado por el estrangulamiento económico, suspendiendo la transferencia anual de un millón de euros con la excusa de una multa sin pagar. Pero el reciente descubrimiento de la célula terrorista nazi NSU ha impulsado al Bundesrat a dar ahora este paso.

La demanda denuncia el carácter racista y xenófobo del NPD. «Un africano o un asiático no pueden ser nacionalizados alemanes porque la impresión de un pasaporte no puede modificar un hecho biológico», cita el texto a Udo Pastörs, presidente de la formación en el estado de Meklemburgo-Pomerania del Norte, que también ha afirmado: «Europa es la tierra de la raza blanca, que en caso de emergencia tiene el derecho de defenderla con la violencia militar».

Como prueba de su antisemitismo será presentada una camiseta con la leyenda: «100% no kosher» y para ilustrar su falta de respeto por la democracia declaraciones de uno de sus líderes, Jürgen Gansel, que se queja de que «en la República Federal se ha instalado la dictadura de los inferiores y la nomenclatura que la dirige deberá ser castigada en el día de la venganza».