Hasta sus seguidores se cansan de él
Un joven coreano increpa a Obama durante un mitin sobre inmigración
La Voz de Galicia, , 27-11-2013¿Quién necesita enemigos cuando la gente que trabaja para ti no da ni una?, debió de pensar el presidente estadounidense el lunes en San Francisco.
Barack Obama había acudido a Chinatown en San Francisco para hablar de la reforma migratoria. Se trataba de un claro intento de desviar la atención pública del desastre que está siendo la implantación de la reforma sanitaria. Un desastre provocado por el propio equipo del presidente.
Pero esta vez alguien responsable de elegir a las personas que rodean al presidente cuando este da un discurso cometió un error garrafal. Uno de los escogidos para figurar detrás de Obama era un joven estudiante de Políticas de la Universidad de Berkeley, Ju Hong.
Ju, un coreano de 24 años que llegó junto con su madre y su hermana cuando tenía 11 años y ha permanecido desde entonces en el país sin visado, interrumpió a mitad de discurso al orador. Le pedía, a gritos, que pare las deportaciones.
Tuvo tiempo de contarle que lleva 19 meses sin ver a su familia por culpa de las leyes antiinmigración. Sin embargo, Obama detuvo a los servicios de seguridad cuando se acercaron al joven para expulsarlo y se volvió para responderle que él no puede hacer nada sin el Congreso.
Ju Hong es lo que se conoce en EE.UU. como un dreamer (soñador), uno de esos jóvenes inmigrantes a los que en el 2012 Obama concedió una prórroga de dos años en los que no podrán ser deportados. Cuando se aprobó la medida, los grupos de apoyo a los inmigrantes la recibieron alborozados. Sobre todo porque parecía el primer paso de la prometida reforma migratoria.
Pero no fue así, y los ánimos de los inmigrantes se han ido calentando. La prueba más palpable fueron los gritos de Hong, coreados por muchos otros asistentes.
Crece la desconfianza
Y es que las cosas no le van nada bien al presidente. Las últimas encuestas dicen que el 53 % de los estadounidenses no creen que se pueda confiar en Obama. Y solo el 40 % opina que gobierna de manera efectiva, la cifra más baja de su mandato.
En un intento por dar la vuelta a esas cifras, Obama volvió a repetir ayer, tras los gritos del joven coreano, que aceptará una aprobación de la reforma migratoria por partes en la Cámara de Representantes, que es la opción que parecen aceptar los republicanos. Y volvió a culpar a sus adversarios de que no se haya aprobado aún, pero los estadounidenses se están cansando de que siempre culpe a los republicanos.
Eso es lo que explicó Ju Hong tras sus gritos durante el discurso, que esperaba más de Obama, no que responsabilice de todo a los oponentes políticos.
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