«Hoy comienza la liberación de Europa y la lucha contra el monstruo de Bruselas». Con esta declaración, el líder islamófobo Geert Wilders (presidente del Partido por la Libertad, PVV) y la presidenta del Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, presentaban ayer su alianza para concurrir juntos a las elecciones europeas del próximo mayo.

Ambos políticos dieron de forma oficial el pistoletazo de salida a una peligrosa alianza que preocupa en Bruselas y el resto de capitales europeas dado el creciente apoyo que ambos líderes suman en sus respectivos países. La crisis y el descontento social que viven la mayoría de Estados miembros son el caldo de cultivo ideal para el auge de este tipo de formaciones radicales, que tienen como principal nexo de unión su rechazo a la Unión Europea y a los dictados de Bruselas.

Wilders, que recibió a Marine Le Pen como una «presidenta en potencia», recordó que el Frente Nacional lidera las encuestas en Francia con el 24% del apoyo popular y que «será el mayor partido del país» en unos años. El respaldo popular al líder de extrema derecha también está en auge en Holanda: pese a la pérdida de escaños en las elecciones de 2012, en estos momentos el partido ha vuelto a repuntar en intención de voto y uno de cada cinco holandeses se declara dispuesto a apoyarle.

«Ahora la Unión Europea nos tiene miedo, tiembla. Una Unión Europea que se ha construido sin el apoyo de la gente y en contra de la gente», señaló en modo triunfalista la líder radical francesa en una rueda de prensa conjunta celebrada en La Haya.

El romance ideológico entre ambos políticos se ha consumado en este segundo encuentro que sigue a la reunión que celebraron en París el pasado abril, cuando ya hicieron pública su intención de concurrir de la mano a los comicios europeos. Para ello los dos políticos han tenido que limar algunas diferencias ideológicas que a primera vista podrían parecer insalvables entre dos facciones tan radicales.

Le Pen, que en ocasiones ha negado el Holocausto, ha asegurado en esta ocasión que no tiene nada contra el Estado de Israel, en un gesto de aproximación hacia Wilders, declarado sionista y conocido por sus arengas contra el Islam y la comunidad musulmana.

Para formar un grupo político con representación en la Eurocámara es necesario obtener al menos 25 escaños procedentes de, como mínimo, cuatro Estados miembros que conforman la Unión Europea. Aunque el Frente Nacional y el Partido de la Libertad tienen un importante respaldo en sus respectivos países, la alianza les permite afrontar con mayor posibilidades de éxito la carrera electoral de la próxima primavera.

Durante esta legislatura los eurodiputados del Frente Nacional y del PVV han rechazado unirse a cualquier otra formación y se han mantenido como independientes. Si tras las elecciones obtienen la fuerza suficiente para formar su propio grupo no sólo recibirán importantes sumas del presupuesto comunitario, sino también asistentes, oficinas y, sobre todo, tiempo para intervenir en los plenos y comisiones y una mayor visibilidad mediática.

Por lo general las elecciones al Parlamento Europeo son utilizadas por el electorado para hacer valer su voto protesta o para respaldar a fuerzas menos tradicionales que no tienen tanto apoyo en unos comicios nacionales. Esto hace que todos los sondeos preliminares que manejan las actuales fuerzas representadas en la Eurocámara apunten a una significativa pérdida de escaños en favor de grupos populistas y euroescépticos como los que representan Wilders y Le Pen.

Actualmente este papel lo desempeña Europa de la Libertad y la Democracia, con 32 escaños en el hemiciclo y presidido por el británico Nigel Farage, líder del movimiento UKIP, que promueve la salida de Reino Unido de la UE. «Siento mucho respeto por Nigel Farage y espero que se sume a nuestro proyecto después de las elecciones», dijo Wilders. Aunque ambos líderes mantienen posiciones muy parecidas respecto al proyecto europeo, difieren en algunas cuestiones sobre política de inmigración. Esta invitación también se extiende al Partido Popular Danés (DPP), un grupo político que hasta 2011 formó parte del Gobierno y que en el Europarlamento está representado en el mismo grupo parlamentario que el UKIP.

Arraigo nacionalista antieuropeo

> En el norte de Europa hay formaciones nacionalistas muy arraigadas como el Partido Popular Danés – hasta hace poco en el Gobierno – , el Finns Party o los Demócratas Suecos.

> En centroeuropa hay un fuerte apoyo a estos grupos populistas, como el Vlamms Belang belga (independentista flamenco) y el Partido de la Libertad austriaco, hoy tercera fuerza política del país.

> La crisis ha impulsado a las fuerzas antieuropeas en la periferia, como la Liga Norte italiana o, mucho más radicales, Amanecer Dorado en Grecia. / J. G. G.