Doble infierno previo a Lampedusa
Los inmigrantes que sobrevivieron al naufragio sufrieron torturas antes de embarcarse
El Mundo, , 09-11-2013Violaciones, lesiones, torturas, descargas eléctricas… son algunos de los horrores que sufrieron los inmigrantes que el pasado 3 de octubre naufragaron frente a la isla siciliana de Lampedusa, en un suceso en el que perdieron la vida 366 de las 500 personas que trataban de alcanzar Europa a bordo de una embarcación que se fue a pique. El relato que emerge de las declaraciones de los propios supervivientes de la tragedia es espeluznante.«Las mujeres eran violadas sistemáticamente por los miembros de la organización criminal que gestionaba el tráfico de personas», aseguró ayer en rueda de prensa Corrado Empoli, jefe de la Policía de Agrigento (Sicilia).
La investigación realizada por las fuerzas de seguridad italianas ha llevado a la detención de un somalí de 24 años llamado Mouhamud Elmi Muhidin, quien al parecer es uno de los responsables de las organizaciones criminales que gestionan los flujos migratorios ilegales entre el cuerno de África, el Sáhara y Libia hacia las costas de Sicilia. Está acusado de secuestro de personas, de trata de seres humanos, de asociación para delinquir, de favorecer la inmigración clandestina y de violencia sexual, ya que habría violado a al menos 20 mujeres. De hecho, ha sido identificado tras ser reconocido por varios supervivientes en el centro de inmigrantes de Lampedusa, donde trataron de lincharlo. También ha sido arrestado un palestino de 47 años, Attour Abdalmenem, acusado de inmigración ilegal por haber participado en la organización de otro desembarco, esta vez de inmigrantes sirios.
La investigación, que se basa en las declaraciones de los supervivientes, ha reconstruido el recorrido que hicieron los inmigrantes para llegar a Italia. En el desierto de Sudán y de Libia, varias organizaciones paramilitares interceptaban caravanas de personas que se dirigían hacia la costa de Libia. Esas personas eran secuestradas y conducidas a auténticos centros de detención, como el de Sheba, en Libia, donde eran sometidas a torturas y violencia sexual hasta que sus familias pagaban la suma exigida. Posteriormente, eran llevadas a la costa de Libia y embarcadas rumbo a Italia, pero para hacer ese viaje tenían que pagar más dinero: 3.750 euros por persona.
«Una noche fui obligada por parte del somalí y de dos de sus hombres a salir fuera. Después de tirarme al suelo, sujetarme los brazos y taparme la boca, me echaron gasolina por la cabeza. Y luego, uno tras otro, me violaron», ha asegurado una joven eritrea de 18 años. «Todas y cada una de las 20 chicas que fueron secuestradas conmigo fueron objeto de violencia sexual», añadió la joven.
La chica también ha contado que las obligaban a permanecer en pie todo el día y a mirar a sus compañeros mientras éstos eran torturados con descargas eléctricas en las plantas de los pies. Aquéllos que trataban de rebelarse eran atados con una cuerda que les unía las piernas al cuello, de manera que el mínimo movimiento les provocada un principio de asfixia.
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