La editora de cómics de la factoría Marvel Sana Amanat inspiró –contando anécdotas de su infancia– el que será nuevo cómic de la casa: Kamala Khan, primera superheroína musulmana, vecina de Jersey City y de origen pakistaní.

Las escuelas públicas de Nueva York tienen marcadas las celebraciones judías como festivo, junto a la Navidad. La llegada a la alcaldía del progresista Bill de Blasio se produce con la promesa de incorporar también las musulmanas.
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La familia. Kamala, segunda por la izquierda, vive en un ambiente muy conservador, con una madre obsesionada por que no se quede embarazada
Que se sepa, al Capitán América, a Hulk o Spider-Man nadie les ha preguntado qué credo profesan. Lo suyo era luchar contra el mal, de forma genérica. Su fe, la de sus poderes. Tal vez ahora, en su tarjeta de presentación como superhéroes deban incorporar esa referencia religiosa.
Comics Marvel, su empresa, ha decidido ampliar y diversificar el mercado de sus historietas, por lo general dominado por hombres blancos. Una nueva heroína se proyecta en el horizonte. Según avanzó ayer The New York Times, en febrero irrumpirá Kamala Khan, adolescente musulmana que vive en Jersey City, en el estado de Nueva Jersey.
Sus creadores han explicado al citado diario que su origen no hay que buscarlo en explosiones planetarias o en picaduras de arañas radiactivas. Su origen es mucho más mundano, aseguran sus inspiradores. Todo empezó con una conversación entre Sana Amanat y Steve Wacker, dos editores de la factoría Marvel. “Le expliqué algunas anécdotas locas de mi infancia, creciendo como musulmana estadounidense, lo encontró gracioso”, confiesa Amanat. La idea se la comentaron a G. Willow Wilson, una escritora y dibujante de tebeos y convertida al Islam. Aceptó el reto de ponerse a trabajar.
Kamala, cuya familia procede de Pakistán, es una ferviente admiradora de las peripecias de Carol Danvers, criatura rubia de ojos azules que debutó en marzo de 1968 y que luego pasó a ser Capitán Marvel, un nombre que heredó de un colega masculino.
Cuando Kamala descubre sus capacidades extraordinarias, entre estas su capacidad para cambiar las formas, ella adopta el nombre en código de Miss Marvel, otra de las denominaciones con las que se conoció a Danvers.
Wilson, la que le ha dado su personalidad gráfica, asegura en sus declaraciones que Capitán Marvel representa un ideal por el que suspira Kamala, una chica fuerte, bella, que no siente ninguna carga por su origen pakistaní o por ser diferente.
El asunto no será fácil para ella. No lo es en el mundo de la ficción, porque su hermano es muy conservador, su madre está obsesionada con que alguien la deje embarazada y su padre insiste en que sea médico. Para ella, luchar contra los villanos será como una especie de terapia.

Tampoco parece fácil en la realidad. Hay demasiada sensibilidad religiosas, casos de amenazas, algunas fatídicas, por supuestas calumnias. “Siempre hay un riesgo”, reconoce la dibujante. “Intentas dar algo al público y siempre hay alguien que halla algo diferente en esas páginas”.