Cada año los movimientos nacionalistas aprovechan el día de la Unidad del 4 de noviembre para organizar en Moscú la Marcha Rusa. En medio de grandes medidas de seguridad, ayer se concentraron unas 8.000 personas al grito de “¡Rusia para los rusos!” y “¡Fuera los inmigrantes musulmanes!” Hubo 30 detenciones por violaciones menores.
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Saludo nazi en la manifestación racista de ayer en la capital rusa
La marcha de este año ha estado marcada por los graves disturbios de octubre en la capital rusa tras el asesinato de un joven eslavo y ataques de venganza contra los trabajadores extranjeros de Asia Central y el Cáucaso.
Muchos de los manifestantes ocultaban el rostro con pasamontañas y llevaban banderas nacionalistas amarillas y blancas. Una de las pancartas rezaba: “Hoy la mezquita, mañana la yihad”. Los nacionalistas pedían la expulsión de los inmigrantes simpapeles. También se celebraron marchas de menor entidad en San Petersburgo, Volgogrado, Novosibirsk y Krasnoyarsk.
El día de la Unidad Nacional lo fundó en el 2005 el presidente Vladímir Putin para sustituir la festividad que conmemoraba la revolución de octubre. El día de la Unidad recuerda la expulsión de los polacos de Moscú en 1612.
Cómo atajar la inmigración laboral musulmana fue un tema central de las elecciones a la alcaldía de Moscú que Serguéi Sobianin, socio de Putin, ganó al opositor Alexéi Navalni. Este, que en el pasado participó en la Marcha Rusa y levantó dudas entre sus socios liberales, no asistió ayer, aunque dijo que sigue compartiendo sus ideas.