Un control rutinario de la Guardia Civil en la autopista AP – 9 posibilitó ayer el arresto de una mujer, de etnia gitana, que transportaba un pequeño alijo de heroína. La pontevedresa fue identificada y, acto seguido, detenida y trasladada a dependencias policiales.

El dispositivo del instituto armado, en el que participaban fácilmente una veintena de agentes fuertemente armados, era de carácter preventivo. Se trata de operativos que también se conocen por la denominación de controles antiterroristas. De este modo, en el de ayer, entre otras unidades de la Comandancia de Pontevedra, tomaron parte agentes del subsector de Tráfico y del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) con base en Castrosenín.

Apostados a escasos kilómetros del peaje de Poio en sentido Vigo, los funcionarios dieron el alto a varios turismos y furgonetas de forma discrecional. Los guardias no solo comprobaban las identidades de los conductores y ocupantes, sino que verificaban que todos los papeles del automóvil estuvieran en regla.

No en vano, las infracciones de carácter administrativo de toda índole – caducidad de la ITV, ausencia de seguro, intervenciones de pequeñas cantidades de hachís o marihuana, o, incluso, porros, presencia de cuchillos o cualquier otra arma considerada prohibida… – son el resultado más común de este tipo de controles

En cualquier caso, en determinados supuestos se llevaron a cabo registros de los vehículos detenidos y cacheos de sus ocupantes. En muchas ocasiones, este tipo de decisión se toma en función de la conducta que presenten estos últimos ante la presencia de los funcionarios. No es la primera vez que, en este tipo de situaciones, los nervios le juegan una mala pasada a un delincuente.

El arresto

Fue en este escenario en el que, supuestamente, se produjo la detención de la pontevedresa, de la que no ha trascendido ni la identidad, ni la filiación. En principio, la intención del instituto armado de Pontevedra es imputarle un delito contra la salud pública, ya que, según algunas fuentes consultadas, se le habrían intervenido cerca de doscientos gramos de heroína.

Se trata de una cantidad que los investigadores infieren que no puede ser para autoconsumo, sino que su objetivo no sería otro que la distribución de los estupefacientes al por menor entre consumidores de la comarca pontevedresa. Lo que aún no se sabe es si esta detención posibilitará nuevos arrestos o si, por el contrario, se quedará en una única imputada.

Lo que sí está claro es que la pontevedresa será puesta a disposición del juzgado de guardia de Pontevedra en las próximas horas. En principio, no se prevé que se vaya a cumplir el máximo legal de 72 horas de arresto que permite la legislación española sin que se produzca una comparecencia judicial.