Galicia : Las mujeres son desconocidas en el barrio vigués y no acuden a centros de inmigración

La Voz de Galicia, 28-10-2013

En el barrio vigués de Teis, donde el pasado jueves se localizó la reunión de los supuestos capos nigerianos, las mujeres de ese país son desconocidas, pese a ser la zona en la que más se concentran. El secretario de la asociación de vecinos y trabajador durante muchos años con la población inmigrante, Anxo Iglesias, comenta que no acuden a las reuniones ni a ninguno de los servicios que presta la entidad. Sospecha que viven bastante masificados en la zona de Guixar, donde la vivienda es más antigua y también más barata. «No son personas que causen problemas en Teis, andan a su vida», comenta. En lo que sí coinciden tanto Iglesias como Alexandre Lago, responsable de emigración de la CIG, es en que la población nigeriana es más hermética que la senegalesa y también menos tranquila.

Este último admite que ninguna de estas mujeres explotadas ha acudido al sindicato a denunciar la situación. Achaca tanto esta circunstancia como el hecho de que no se las conozca en el barrio por estar encerradas en pisos francos y carecer de documentación.

Coincidencia

En lo que todos coinciden es en la dificultad de acceder a ellas. «Están como secuestradas, tienen terror a hablar por miedo a que le pase algo a su familia; solo cuentan algo si se derrumban», explica la socióloga Silvia Pérez. De hecho, lo habitual es que los mafiosos nigerianos asentados en España viajen de vez en cuando a su país para controlar la situación y recabar nuevas remesas.

La vigilancia que una mujer ejercía sobre las prostitutas en Vigo, detalle que suscitó sospechas entre la policía, es explicada por la socióloga no solo por el interés de que las mujeres no se desmadren, sino para enseñarles cómo se deben mover en ese ambiente.

Para Carmen Lago, de la asociación para la abolición de la prostitución, otro de los problemas que subyace en este tema es el futuro que les espera a estas mujeres . «Hay muy pocas alternativas en este momento; la más habitual pasa por un centro de acogida», comenta. Denuncia que la ley sea tan blanda en estos temas como demuestra el hecho de que cuando se detecta a una menor en un club, los propietarios sigan en libertad como si tal cosa.

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