parís. Miles de estudiantes franceses se manifestaron ayer contra la deportación de dos adolescentes indocumentados que llevaban años viviendo y asistiendo a la escuela en Francia. Los estudiantes de secundaria se manifestaron frente al Ministerio del Interior, en París, para reclamar el regreso de Khatchik Kachatryan y Léonarda Dibrani, que fueron deportados la semana pasada. Algunos de los manifestantes entonaron proclamas de condena contra el ministro de Interior, Manuel Valls.

A primera hora de ayer, los estudiantes de varias escuelas parisinas se declararon “en huelga” y montaron barricadas a la entrada de los centros. Según fuentes oficiales, se vio afectada una de cada cinco escuelas de la capital. Dibrani, que pertenece a una familia gitana a la que se le denegó el asilo, fue arrestada y deportada a Kosovo el 9 de octubre. La joven de 15 años, que llevaba casi cinco viviendo en Francia, fue arrestada mientras participaba en una excursión con su clase en la región de Comte, en el este de Francia. Tras ello, fue deportada con su madre y sus cinco hermanos. Una de sus maestras explicó en un post de Internet cómo fue obligada a salir del autobús entre sollozos. El ministro de Educación, Vincent Peillon, así como otros miembros del gobernante Partido Socialista francés, condenaron la forma en que transcurrió el arresto y la expulsión, alejada de los valores socialistas.

Manuel Valls, quien ha mostrado una dura postura respecto a la inmigración de gitanos, insistió en que la joven fue tratada con humanidad pero aun así accedió a iniciar una investigación al respecto.

Por su parte, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, prometió que Dibranis podrá volver a Francia si la investigación establece que hubo fallos de procedimiento.

El otro joven deportado, Kachatyan, procede de Armenia y asistía a clases en una escuela técnica del norte de París. El mes pasado fue arrestado, acusado de robo, y retenido para ser deportado, informó Le Figaro. A pesar de las protestas de sus compañeros de clase, fue enviado a Armenia la semana pasada. Tanto él como su familia vivían en Francia desde 2011.

“me dio vergüenza” “Quiero volver al colegio”, aseguró Léonarda Dribani en una entrevista a la emisora France Inter en la que reconoció su pesar por haber “abandonado” a sus amigos. “Me dio vergüenza cuando la Policía vino y mis compañeros me preguntaron: ¿Por qué la Policía? ¿Qué has hecho? ¿Has robado?”, relató.

La menor quiere volver a Francia, al igual que su familia, que dijo no entender por qué ha ocurrido todo. “No sé por qué nos han hecho esto, no hemos hecho nada mal”, declaró el padre de Léonarda, que dijo sentirse maltratado por “tener otro color” de piel. Su mujer, denunció que solo tuvieron media hora para hacer las maletas y abandonar su vivienda en Francia.

Los Dibrani llevaban cuatro años y diez meses en Francia y se encuentran ya en Mitrovica, donde las autoridades locales les han instalado en una vivienda y les han ofrecido asistencia social, incluido el pago de alquiler y la entrega de una estufa de leña para soportar el invierno, según France Inter.

El ministro Valls ya levantó ampollas al abogar recientemente por que los gitanos búlgaros y rumanos fuesen “devueltos a la frontera” y cuestionar su integración en Francia. Al igual que sucediese con estas declaraciones, la división de la izquierda gala ha vuelto a quedar patente tras la expulsión de Léonarda.