Un menú contra el racismo
Getxo impulsa una experiencia en la que familias vascas y extranjeras comerán juntas en sus casas
Deia, , 11-10-2013Getxo
SE habla mucho de los inmigrantes , pero se habla poco con los inmigrantes ". Es una de las apreciaciones de Lander Solozabal, portavoz de la asociación de euskera de Getxo, una de las entidades que participa en el proyecto La familia de al lado. Se trata de una curiosa iniciativa que mezcla cocina y diálogo como ingredientes para comerse el racismo y que desaparezca. Esta acción ha sido impulsada desde 2011 por SOS Racismo Gipuzkoa y recalará el próximo noviembre en el municipio getxotarra con la colaboración del Ayuntamiento y la Plataforma de Inmigrantes de Getxo, junto con el Gobierno vasco.
La actividad Bizilagunak-La familia de al lado tiene la intención de juntar a familias autóctonas y de origen extranjero, que conviven en el mismo vecindario, para que compartan una comida, donde puedan charlar sobre sus realidades y experiencias. Una persona dinamizadora ayudará en la organización de la comida y se encargará de facilitar el encuentro entre las dos familias, que tendrá lugar en alguno de los dos domicilios.
Esta experiencia tiene su origen en la República Checa hace ocho años y desde entonces se ha celebrado en diferentes lugares, hasta llegar el año pasado a tener lugar en ocho países europeos de manera simultánea, con más de 2.000 personas involucradas en luchar contra prejuicios racistas y xenófobos. En Gipuzkoa se celebrará la tercera edición de la mano de SOS Racismo, (en 2012 se llevaron a cabo 60 comidas con 120 familias) y este año, por primera vez, Getxo, Basauri, Bilbao, Ermua y Gasteiz se suman a la propuesta que se pondrá en práctica el mismo día: 17 de noviembre. Se trata de crear un espacio cercano e informal para que puedan encontrarse personas que, normalmente, se conocen por referencias genéricas, y sobre las que a menudo no se tienen más que ideas estereotipadas en ocasiones negativas que impiden saber su verdadera realidad. “Esta acción contribuirá a desmontar estos pensamientos, en la línea de la Estrategia Antirrumores puesta en marcha por el Ayuntamiento, lo que contribuirá a derribar muros y seguir trabajando a favor de la convivencia e interculturalidad. Además, estimulará la curiosidad por otras culturas, gastronomía e idiomas y ayudará a tejer relaciones más estables en los barrios”, comentó ayer la concejala de la Unidad de Inmigración, Elena Coria. “La idea es trabajar por conseguir la consolidación de las relaciones entre las diferentes familias, para buscar maneras de convivir, algo que llegará en algunos casos de manera natural”, valoró la edil.
Lander Solozabal, uno de los agentes antirrumores de Getxo, aseguró que Egizu toma parte en la iniciativa porque “nos preocupa la incomunicación, que provoca estereotipos y prejuicios negativos. Tenemos que hablar más para conocernos mejor. Tenemos demasiados muros y tenemos que trabajar por construir puentes, que nos permitan conocernos mejor, ya que todos somos vecinos que vivimos en el mismo pueblo”.
Por su parte, la presidenta de la Plataforma de Inmigrantes de Getxo, Norma Brotonel, destacó que “estamos encantadas” de participar en este proyecto, porque “es ideal para facilitar encuentros interculturales entre vecinos de Getxo de diversos orígenes”. Además, Brotonel señaló que “esta actividad es una oportunidad interesante para poder trabajar con entidades de otros ámbitos y en otras áreas de trabajo del Ayuntamiento, los cuales no siempre están vinculados a la temática de la inmigración, pero con los que compartimos intereses ciudadanos comunes. Creemos que este es un buen paso tendiente a generar sinergias a futuro con otras organizaciones de nuestra comunidad”.
Apuntarse a la comida Cualquier familia, tanto autóctona como de origen extranjero, interesada en compartir una comida el próximo 17 de noviembre deberá rellenar, antes del 4 de ese mes, una hoja de inscripción en las oficinas de atención ciudadana o a través de la página web municipal www.getxo.net/bizilagunak.
La figura del dinamizador resulta de especial importancia porque en función del número de personas que desempeñen ese papel se podrán organizar las comidas. A estos mediadores se les impartirá una pequeña formación sobre habilidades para el desempeño de esa función.
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