Los residentes en Atenas son los europeos que más discrepan de los supuestos efectos positivos de tener extranjeros en su ciudad. Un 69% no cree que la presencia de inmigrantes aporte beneficios a su entorno inmediato. Este es uno de los resultados destacados por el Eurobarómetro publicado este martes sobre la calidad de vida en las ciudades europeas.

Según este informe, la confianza en los efectos positivos de la inmigración ha caído en picado en la capital griega, con un 14% menos de respuestas positivas en relación al 2009.

Apenas un 14% de los habitantes de Atenas que respondieron a esta encuesta creen que los residentes de origen extranjero están integrados en la ciudad. El 82%, en cambio, asegura todo lo contrario.

Esta tendencia solo es comparable con la de otras 12 ciudades de la Unión Europea, donde la mayoría de las respuestas fueron negativas. Malmo, en Suecia, y Berlín, en Alemania, son las otras dos grandes ciudades donde más del 60% de la población desmiente que los inmigrantes estén integrados.

Tanto Barcelona como Madrid muestran una tendencia inversa, e integran la lista de seis ciudades con mayor crecimiento de respuestas positivas en relación a la presencia extranjera. El 74% de los barceloneses y el 69% de los madrileños están de acuerdo con que la inmigración tiene efectos positivos para su ciudad, lo que supone un aumento, respectivamente, del 18% y del 16% respecto al 2009.