Vivir con el miedo en el cuerpo

Aumentan las agresiones y los ataques contra negocios de inmigrantes en Atenas

El Mundo, HÉCTOR ESTEPA ATENAS ESPECIAL PARA EL MUNDO, 06-10-2013

Ayios Panteleimonas es un pequeño suburbio de Atenas. Su nombre ha sido constantemente vinculado durante los últimos años con la violencia racista patrocinada por el partido neonazi Amanecer Dorado. Es un barrio normal, de clase obrera, pero sólo a primera vista. Todo cambia si se agudiza la mirada.

En varios balcones del lugar hay colgadas banderas griegas. Algunas con eslóganes contra los inmigrantes. Frente a su iglesia, en el suelo, un graffiti deja clara la opinión de parte de los vecinos: «Extranjeros fuera. Grecia pertenece a los griegos», puede leerse. El párroco del templo conoce bien el extremismo. Hace unos años sufrió represalias por dar comida a los inmigrantes: unos vecinos quemaron el sótano de la iglesia.

Ayios Panteleimonas ha vuelto a estar en boca de los helenos tras la detención de la cúpula de Amanecer Dorado (AD) el pasado fin de semana y el posterior envío a prisión preventiva de tres de sus 18 diputados, incluyendo al gran líder Nikolaos Mijaloliakos.

El pasado jueves por la noche fueron detenidos otros tres conocidos del barrio. Uno de ellos es Themis Skordeli, ex candidata a diputada por AD. Las autoridades encontraron en su casa una lista con un gran número de nombres de inmigrantes de toda Atenas. También de sus empresas y otros datos personales.

«Nos da miedo que tengan esa lista. Somos extranjeros, tenemos negocios y eso les irrita. Sin embargo, también vivimos en Grecia y consumimos aquí», explica un comerciante bangladesí de Ayios Panteleimonas que declina dar su nombre por temor a represalias.

Su vida ha cambiado drásticamente en los últimos años. Antes salía por la noche y caminaba sin miedo. Todo ello se acabó con la crisis y el auge del extremismo: «Ahora cierro la puerta de mi casa lo mejor que puedo y en la calle miro en todas las direcciones», comenta. También permanece alerta detrás del mostrador: «Si me ven con un periodista puedo tener problemas», se lamenta.

Un hombre corpulento de unos 50 años entra en la tienda e interrumpe la conversación. Porta una radio estropeada. Se la había comprado al bangladesí el pasado septiembre. Exige un cambio, pero el inmigrante sólo ofrece enviar el objeto a reparación. La respuesta es tajante y en un tono elevado: «Ahora sé por qué los jrisavgites [seguidores de AD] pegan palizas a los paquistaníes y a los bangladesíes», grita, antes de marcharse. «Eso no es nada, también te pueden robar o destrozarte la tienda», apunta el bangladesí.

A pocas calles está el negocio del paquistaní Jilani. También él extrema las precauciones: «Los neonazis pueden estar esperándote detrás de cada esquina para atacarte».

Junto a Skordelli también fue detenido un ex alto cargo de la policía del barrio. En su casa fue encontrado un arsenal. Su arresto ha vuelto a dejar en evidencia la colaboración de parte de la policía con los neonazis durante años. Más de 300 agentes podrían haber sido interrogados estos días por esta relación, según el canal de televisión Skai. Nueve de ellos han sido arrestados como parte de la investigación sobre la muerte del rapero Pavlos Fyssas a manos de un militante de AD, ocurrida el pasado septiembre.

El ministro de Orden Público, Nikos Dendias, volvió a repetir ayer su intención de «limpiar» la policía de simpatizantes neonazis. También pidió a los acreedores del país entender la popularidad de los ultras como un efecto de la crisis: «Nuestros socios y prestamistas no deben pensar que el estado de nuestra economía y el crecimiento del neofascismo no están relacionados», dijo, en una entrevista con el diario Kathimerini.

Mientras continúan las detenciones de pequeños simpatizantes del partido –32 arrestados–, el país ha asistido al surgimiento de nuevas discrepancias entre el Gobierno y el principal partido de oposición, la izquierda radical (Syriza). Esa agrupación ha criticado con dureza unas declaraciones del primer ministro, Antonis Samaras, en las que mostraba su intención de luchar también contra «el otro extremo» que aboga por la salida del país de la UE y la OTAN. Los izquierdistas han criticado al líder del país por estar aparentemente buscando una «vía de dos extremos» para relacionarles con AD y han advertido de «consecuencias impredecibles» si el Gobierno no cambia su tono.

Ayer también se conocieron las razones del fiscal para pedir la permanencia en prisión preventiva de Mijaloliakos. Según la transcripción, hay «serios indicios» de la culpabilidad criminal del gran líder y se teme que vuelva a cometer crímenes. El jefe del partido deberá ahora preparar desde la cárcel su defensa ante un juicio cuya fecha se desconoce.

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