El Ayuntamiento de Mataró (Maresme) ha iniciado una campaña de control e inspecciones de los establecimientos de servicios telefónicos –popularmente conocidos como locutorios–, para garantizar el cumplimiento de las distintas normativas que les afectan. La ciudad tiene 56 locutorios dados de alta, pero sólo funcionan 42. Entre febrero y julio la Policía Local y los Mossos d’Esquadra levantaron 39 actas por incumplimientos varios y detectaron irregularidades en el 78,57% de este tipo de establecimientos.

“No estamos dispuestos a tolerar que nadie se salte la normativa”, ha dicho el alcalde de la capital del Maresme, Joan Mora (CiU), que insiste en la necesidad de que estos establecimientos, habitualmente regentados por inmigrantes , se adapten a las leyes vigentes. Así, según la concejal de Via Pública, Núria Calpe, 33 de los expedientados serán sancionados con 300 euros, mientras que al resto la ley les permite 15 días para adaptarse a la norma.

Las irregularidades más habituales detectadas durante las inspecciones consisten en saltarse la prohibición de vender bebidas, tabaco o productos alimenticios o la de enviar dinero al extranjero sin disponer de la preceptiva autorización del Banco de España. En paralelo, los agentes han incidido en la necesidad del cumplimientos de horarios, “que en Mataró es de las 8 de la mañana a las 12 de la noche”. Calpe asegura que “han sido muy estrictos” en la observación de las normas para evitar que los locutorios se conviertan en puntos de reunión de grupos que causan molestias a los vecindarios.

Durante la pasada legislatura el Consistorio mataronés realizó una intensa campaña para erradicar los tópicos más habituales que afectan al colectivo inmigrante. Años después, uno de estos tópicos, el que hacía referencia a la permisividad que se tenía con los comercios regentados por inmigrantes , ha dejado de serlo, ya que, según el alcalde, “en los últimos meses hemos detectado un exceso de incumplimientos en estos establecimientos”, en referencia a los locutorios.