La tragedia de Lampedusa deja en evidencia a la UE

La alcaldesa pidió a Bruselas medios para que la isla no sea un «cementerio» / «Es una vergüenza», clama el Papa

El Mundo, I. HDEZ. VELASCO J. G. GALLEGO ROMA BRUSELAS , 04-10-2013

El sueño europeo de más de 200 subsaharianos acabó ayer en el cementerio en el que se ha convertido el Mediterráneo para miles de inmigrantes que tratan de alcanzar las costas más cercanas al continente africano. Como decía la alcaldesa Nicolini, en la isla de Lampedusa «no hay sitio ya para más muertos». Nicolini denunció recientemente el silencio de la UE y pidió medios para que la isla italiana deje de ser un «cementerio». La UE apenas dedica un 0,33% de su presupuesto a vigilar sus fronteras y deja en manos de los Estados miembros esa responsabilidad. Al conocer la tragedia de los sin papeles que ayer perdieron su vida al tratar de llegar a Lampedusa, el Papa, que acudió allí en su primera salida como Pontífice, dijo que sólo tenía una palabra para describir lo sucedido: «Vergüenza. Es una vergüenza».