El drama de la inmigración

«Tres barcos pesqueros nos vieron pero ninguno nos socorrió»

Se reanuda la búsqueda de inmigrantes desaparecidos frente a la isla de Lampedusa Las autoridades calculan que pueden haber muerto más de 300 personas La barca se averió y los inmigrantes encendieron un fuego para llamar la atención

Diario Vasco, - COLPISA | ROMA, 04-10-2013

“Salimos hace dos días del puerto libio de Misrata. En el barco íbamos unos 500. No podíamos ni movernos. Durante la travesía, tres barcos pesqueros nos vieron pero ninguno nos socorrió”. Son las palabras de uno de los 150 supervivientes al diario ‘Corriere della Sera’, tras la tragedia que tuvo lugar ayer en Lampedusa.

Los trabajos de rescate se han reanudado en aguas de la isla italiana de Lampedusa, donde se ha confirmado ya la muerte de más de 130 inmigrantes y se dan por desaparecidos 200 tras el naufragio de un barco. Según las autoridades, la embarcación zarpó de Libia con 450 a 500 inmigrantes, y “sólo unas 150 personas han sido rescatadas vivas”, según el ministro de Interior y viceprimer ministro, Angelino Alfano, lo cual hace temer un balance que ronde los 300 muertos.

Unos 93 cuerpos fueron recuperados pocas horas después del naufragio y los buceadores se hicieron con otros 40 cuerpos dentro del casco de la embarcación que naufragó y se encuentra recostado a 40 metros de profundidad, por lo cual el balance provisorio es de más de 130 muertos, han indicado fuentes de la Guardia Costera.

“Todavía quedan muchos cadáveres. No podemos decir cuántos. Están todos apilados unos contra otros, sólo se ven los primeros”, explicó a la televisión SkyTG24 uno de los socorristas, Giovanni de Gaetano, visiblemente impresionado. “Queremos subir a la superficie el mayor número posible para devolverlos a sus familias si es posible”, añadió uno de sus colegas, con los ojos enrojecidos por el cansancio.

En la superficie, las operaciones de búsqueda continuaron por la noche por si aparecían cuerpos flotando, pero “ya no tenemos esperanzas de encontrar sobrevivientes”, declaró un miembro de la Guardia de Finanzas, la policía financiera que opera también en el sector. La nave se hundió cerca de la isla de los Conejos, a 0,3 millas náuticas de Lampedusa, unos 550 metros, donde el mar tiene una profundidad de 30 a 45 metros.

Un milagro entre la desolación

Una joven eritrea, que se encontraba entre los cadáveres en un hangar, fue rescatada viva al comprobar un socorrista que aún respiraba. Trasladada a un hospital de Palermo, en Sicilia, la mujer se encontraba en estado grave, deshidratada, con hipotermia y neumonía, después de haber ingerido, como las otras víctimas, gasóleo que se escapaba del barco.

“Aquí ya no hay lugar para los vivos ni para los muertos”, decía consternada la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini. “Es un horror, un horror, no paran de traer cuerpos”, añadió. “Tenemos la obligación de dar una sepultura digna a esta pobre gente”. “Vimos un mar de cabezas, no lográbamos cargarlos para salvarlos, estaban cubiertos de aceite”, contó a la televisión Rafaele Colapinto, uno de los pescadores que ayudó en la operación de rescate.

Todo parece indicar que la embarcación sufrió una avería y los inmigrantes decidieron encender un fuego para llamar la atención cuando llevaban horas en alta mar, contó el viceprimer ministro Alfano. El incendio se extendió, cundió el pánico y muchos inmigrantes se arrojaron al mar, desestabilizando la embarcación, que volcó. La mayoría de los inmigrantes provienen de Eritrea y Somalia, precisaron fuentes locales. “Era impresionante ver los cuerpos de los niños ahogados”, confesó al informativo Sky TG24, Pietro Bartolo, responsable de centro de salud de la isla. “Venga a contar los muertos conmigo”, escribió indignada la alcaldesa en un telegrama dirigido al primer ministro Enrico Letta.

Una lucha eterna

Las autoridades de la isla solicitan desde hace meses ayuda a Italia y a la Unión Europea para hacer frente al fenómeno, denunciado también por el papa Francisco durante su visita a la isla en julio pasado. Alfano instó a la Unión Europea a ayudar a Italia a afrontar el fenómeno y recalcó que se trata de “un drama europeo no sólo italiano”. “Se necesitan nuevas políticas y canales humanitarios”, dijo la primera ministra negra de Italia, Cecile Kyenge, originaria del Congo.

Por su parte, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, lamentó “la masacre de inocentes” y pidió a la comunidad internacional que decida urgentemente “el control de las costas de donde parten esos viajes de desesperación y muerte”. “Es una vergüenza. La palabra que me viene a la mente es vergüenza”, clamó el papa al ser informado de la tragedia. El papa argentino, hijo de inmigrantes italianos, visitó el pasado 8 de julio la pequeña isla de Lampedusa, en su primer viaje dentro de Italia, durante el cual denunció la “indiferencia” del mundo frente al drama de los inmigrantes que huyen de sus países en busca de una vida mejor. Sumamente sensible al tema, Francisco pidió esfuerzos “para que no se repita esa tragedia”.

Este viernes será día de “duelo nacional” y se observará un minuto de silencio en todas las escuelas y en todos los partidos de fútbol del campeonato. Angelino Alfano confirmó a la AFP que fue detenido el patrón del barco. “Es un tunecino de 35 años expulsado de Italia en abril pasado”, precisó. Según los relatos, la barcaza, que zarpó hace dos días de Misurata, en Libia, fue interceptada por algunos pesqueros.

Varios barcos cargados de inmigrantes ilegales han desembarcado esta semana en el sur de Italia, uno la noche del miércoles con 463 inmigrantes, procedentes al parecer de Siria. Más de 25.000 inmigrantes han desembarcado este año en las costas del sur del país (Sicilia y Calabria), es decir, casi el triple que en todo 2012.

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