La puerta de la inmigración africana a Europa
La Voz de Galicia, 04-10-2013La pequeña isla de Lampedusa es desde hace varios años la puerta de entrada a Europa de miles de inmigrantes ilegales. Pese a que los cerca de 6.000 residentes han resistido en estos años con sobriedad a la emergencia humanitaria creada por la llegada de los que huyen de África, Medio Oriente y Asia, su situación económica no es fácil.
La isla, en el archipiélago de las Pelagias en el mar Mediterráneo, ubicada a 205 kilómetros de la isla de Sicilia y a 113 kilómetros de Túnez, estuvo a lo largo de los siglos bajo el dominio de griegos, romanos y árabes para pasar luego a franceses y malteses, antes de convertirse en el territorio italiano más al sur.
Un simple y sugestivo monumento sobre el mar, llamado la Puerta de Europa, con objetos tridimensionales que recuerdan lo que se carga y pierde en esa dramática travesía, rinde homenaje a todos los inmigrantes que han perdido la vida intentando entrar al viejo continente. Cerca de unos 25.000 muertos o desaparecidos en los últimos 20 años, según cálculos de las Naciones Unidas. La cifra se disparó en los últimos años, como consecuencia del incremento del éxodo humano tras las protestas en el 2011 en el mundo árabe. Se calcula que unas 2.000 personas perdieron la vida en la travesía en el año 2011 y otras 1.700 lo hicieron el año pasado.
El párroco de Lampedusa, Stefano Nastasi, escribió al papa argentino Francisco, hijo de inmigrantes italianos, cuando fue elegido en marzo pasado pontífice, para que conociera de cerca el drama. «Que Lampedusa sea faro del mundo, para que tenga el coraje de recibir a los que buscan una vida mejor», pidió el líder de la Iglesia durante su visita de pocas horas en julio tras agradecer a los isleños su «ternura» y solidaridad con los inmigrantes.
En el 2011, cerca de 50.000 emigrantes y sin papeles pasaron por la isla, que cuenta con un centro de detención para indocumentados y en el que son habituales los problemas de hacinamiento. Desde 1999, más de 200.000 inmigrantes han transitado por Lampedusa. En el 2012, el número de indocumentados disminuyó a 13.200 personas, según datos del Alto Comisionado para los Refugiados.
En lo que va de año, más de 25.000 inmigrantes desembarcaron en las costas del sur del país (Sicilia y Calabria). Es decir, se trata de un tráfico de desesperación casi tres veces superior al que se produjo en todo el 2012.
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