Por primera vez en casi una década, las remesas que los emigrantes españoles envían a sus familias desde el extranjero superan a las que mandan los inmigrantes que trabajan en España a sus países de origen. Así lo reflejan los últimos datos del Banco de España del segundo trimestre del año.

El nivel de crecimiento de la emigración española como consecuencia de la crisis económica se evidencia en la cantidad de dinero que aquellos que se han visto obligados a abandonar el país envían a sus familias periódicamente, una cifra que a día de hoy, y por primera vez desde el 2004 es mayor ya que la que sale de España por parte de los extranjeros que trabajan aquí. En concreto, entre abril y junio los emigrantes españoles enviaron 1.591 millones, mientras que los extranjeros mandaron 1.563 millones a sus países de origen.

Hasta finales del 2007, la llegada creciente de inmigrantes al país había permitido una evolución positiva de las remesas de los extranjeros. Desde el año 2002 las estadísticas del Banco de España reflejaban que las remesas de inmigrantes habían ido creciendo de forma paulatina desde entonces. De hecho, hasta el año 2004, España recibía más dinero de los españoles que residían fuera que el que enviaban los extranjeros residentes en España, tendencia que, ahora, se ha vuelto a repetir en el segundo trimestre de este año.

Según las cifras de la institución, en el 2002 las remesas de los extranjeros representaron 2.844 millones de euros, cifra que ascendió en el 2003 a 3.475 millones, en el 2004 a 4.189 millones, en el 2005 a 4.936 millones, hasta los 7.059 millones en el 2006 y hasta los 8.445 millones en el 2007. Sin embargo, la tendencia se truncó en el segundo trimestre del año 2008 por la crisis económica y el incremento del desempleo entre la población extranjera, que hizo que las remesas cayeran en ese mismo año, en el 2009 y el 2010. En el 2011 rompieron la tendencia bajista y crecieron un 1,1 %, aunque el año pasado volvieron a caer a un ritmo del 9,4 %.

En el primer trimestre del año, las remesas de los extranjeros mantuvieron esta tendencia contractiva y registraron la cifra más baja desde marzo del 2006, 1.475 millones. En el segundo trimestre, han vuelto a caer un 1,4 % en términos interanuales. Por su parte, el dinero procedente de los españoles que viven en el extranjero se mantuvo más o menos estable en los años 2002, 2003 y 2004, cuando rondaba los 4.180 millones de euros. En el 2005 comenzó a repuntar y en el 2007, primer año de la crisis económica en España, superó los 5.000 millones.

A lo largo de los años de crisis, la cantidad que los españoles que viven fueran envían a España ha ido subiendo, excepto en el año 2009, cuando experimentó un ligero descenso. A finales del 2012, las remesas de los españoles rozaron los 6.000 millones de euros. En el primer trimestre del 2013, las remesas de los españoles se contrajeron un 2,3 % en términos interanuales, aunque entre abril y junio han repuntado un 7 % y han sumado 1.591 millones, por encima de los 1.563 millones que han enviado los extranjeros residentes en España a sus países de origen.