Grecia continúa convulsionada tras el arresto el pasado sábado de los líderes del partido neonazi Amanecer Dorado. Se les acusa de presunta pertenencia a una organización criminal a la que se imputan 10 asesinatos en grado de tentativa o comisión. Esas detenciones han devuelto a las calles helenas el debate sobre la supuesta colaboración entre el partido ultra, la policía y el ejército.

Entre los arrestados –seis de los 18 diputados del partido y 14 militantes de distinto rango– se encuentran también dos oficiales de policía. Ambos son sospechosos de haber telefoneado al también arrestado Yorgos Patelis, cabeza de Amanecer Dorado (AD) en el barrio capitalino de Níkea, la noche en que un miembro del partido asesinó al rapero Pavlos Fyssas, motivo del inicio de la investigación. Níkea es un suburbio muy cercano al de Keratsini, donde el cantante fue apuñalado.

Los detenidos son un agente de la unidad motorizada y una oficial de la localidad de Pireo. La funcionaria habría remitido en varias ocasiones a los empresarios locales con problemas con inmigrantes a las dependencias de AD. Otros dos agentes han renunciado y muchos han sido recolocados o suspendidos.

Izquierda Democrática pidió ayer profundizar en las investigaciones sobre esa supuesta colaboración. Tanto la policía como el ejército han iniciado pesquisas internas para descubrir si parte de sus oficiales tienen relación activa con el partido.

La prensa helena ha publicado en los últimos meses decenas de testimonios de personas que han presenciado palizas de los extremistas a inmigrantes frente a grupos policiales sin que se produjese actuación alguna por parte de los agentes. También podría haber apoyo electoral: hasta la mitad de la policía de Atenas habría votado a AD, según una investigación del diario To Vima.

Los neonazis arrestados continuaban ayer en las dependencias policiales a la espera de declarar ante el juez. Hoy comparecerán cuatro de ellos. El magistrado podría decidir si los envía a prisión provisional, impone una fianza o los deja en libertad con cargos. Su líder, Nikolaos Mijaloliakos no declarará hasta mañana. El ahora arrestado había organizado un partido jerarquizado y habría reclutado a menores con experiencia en artes marciales.

El diario Ta Nea publicó ayer parte de la declaración de dos ex miembros del partido, ahora confidentes. Aseguran que si algún subordinado cuestionaba a sus superiores recibía una paliza. El partido habría reclutado además a inmigrantes para vender cigarrillos y ropa donada por la caridad. Más preocupante es la relación de AD con las armas.

Tanto la investigación como la declaración de los confidentes apuntan a la existencia de campos de entrenamiento para enseñar a los militantes a usar armas de fuego, posteriormente escondidas en pisos francos. La policía comenzó ayer un gran operativo para encontrar esos almacenes. La intención es actuar con rapidez ante el riesgo de que los miembros del partido vacíen esos lugares.

El Parlamento, por su parte, se ha movilizado para retirar el sueldo público a los diputados neonazis. Ayer fue introducida una enmienda de ley con el objetivo de congelar la financiación a los partidos políticos cuyos dirigentes sean imputados por delitos graves hasta finalizar su juicio, medida ejecutada claramente contra AD.

>Videoanálisis de H. Estepa.