La tensión se repitió por segundo día consecutivo en las fronteras de Melilla y Ceuta, donde un centenar de inmigrantes trató de entrar a territorio español por la playa aprovechando la bajamar. El intento fue atajado por agentes de la Gendarmería marroquí, que avistaron a los subsaharianos y evitaron que bordearan el espigón. También en Melilla se produjo un asalto a la valla fronteriza, aunque de menor intensidad que la noche anterior, y sólo tres inmigrantes lograron pisar suelo español.