Acabar con «la llegada de pobres»

El eurófobo Alternative für Deutschland quiere atajar el desembarco de inmigrantes

El Mundo, ROSALÍA SÁNCHEZ BERLÍN ESPECIAL PARA EL MUNDO , 14-09-2013

Creado a toda prisa y con el único propósito de llevar al Parlamento alemán el rechazo popular a los rescates europeos, el partido Alternative für Deutschland (AfD) carecía de programa electoral, más allá de proponer la expulsión del euro de los países con dificultades para financiarse.

Sobre la marcha, en plena campaña electoral, sus improvisados cuadros medios han ido elaborando propuestas políticas y la que presentaron ayer en Berlín sobre inmigración devuelve al debate público de la capital alemana un discurso que ha permanecido durante décadas en el ostracismo y que nadie osaba mantener, al menos en voz alta.

Roland Klaus, autor del libro Autodefensa económica y portavoz del AfD en la materia, expone la necesidad de reformar la normativa de inmigración alemana para equipararla a la canadiense. Apoyado en unos gráficos del Instituto de Berlín para el Desarrollo y alarmado por el hecho de que en Canadá más de la mitad de los inmigrantes son licenciados universitarios, mientras en Alemania la mitad no tiene certificado escolar, Klaus explica que, una vez en el Bundestag, este partido legislaría «un sistema de inmigración transparente, con criterios económicos objetivos, orientado a las necesidades de la industria y en el que sólo quepan los inmigrantes que llegan con un contrato de trabajo y que paguen impuestos como empleados».

AfD no está de acuerdo con la legislación Schengen, lo que supone que sus políticos enviarían de vuelta a casa gustosamente a un alto porcentaje de los 50.582 españoles que se empadronaron en Alemania entre 2011 y 2012. La mayoría llegaba en busca de una oportunidad, porque se había quedado sin nada en España, y aprendía el idioma al tiempo que trabajaba en negro de cualquier cosa. «Es necesario reclutar trabajadores internacionales porque hay un déficit de empleados de más de 5.000 puestos en la industria alemana, pero debe ser un reclutamiento dirigido y que evite la llegada de personas pobres, sobre las que el sistema social alemán ejerce un efecto imán», asegura Klaus, especialmente preocupado por la ola de inmigrantes que espera lleguen a Alemania en breve desde Rumanía y Bulgaria. «Es un error no poner freno. Quieren venir aquí porque aquí se vive mejor, pero la realidad es que, aunque sean personas con una formación, lo tienen muy difícil para integrarse en la economía alemana», dice.

También considera que los hijos de inmigrantes todavía no integrados en el sistema laboral alemán no deberían recibir del Estado el Kindergeld (la ayuda mensual a la manutención), y que en la política de asilo deberían establecerse unas cuotas por países, además de garantizarse que todos los socios europeos reciban una cantidad proporcionada de refugiados.

Sobre España, el portavoz del AfD en materia de política europea, Joachim Starbatty, insiste en que «necesita salir del euro, recuperar su moneda nacional para poder mejorar su competitividad por la vía de la devaluación y, como a continuación será incapaz de afrontar sus deudas, acordar una quita para sanear su situación financiera». Starbatty aconseja al Gobierno español, además, que no permita la masiva salida de trabajadores a otros países. «Para España es muy peligroso que se vayan los más capacitados», advierte.

A una semana de las elecciones federales, AfD obtiene un 4% en las encuestas de intención de voto, como la publicada ayer por ZDF, que da a Merkel con los liberales del FDP el 46% de los votos frente al 37% que sumaría el Partido Socialdemócrata con Los Verdes.

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