La derecha noruega espera arrebatar hoy el gobierno a los laboristas

El xenófobo Partido del Progreso, al que perteneció el asesino Breivik, puede entrar en el ejecutivo

La Vanguardia, Ap y Efe, 09-09-2013

Los laboristas noruegos arrasaron en las elecciones municipales del 2011, en un país conmocionado tras la masacre de 69 jóvenes que participaban en un campamento de verano del partido. Los laboristas han sido los más votados desde 1924, y las elecciones parlamentarias que se celebran hoy en Noruega seguramente ratificarán esa primacía. Sin embargo, las encuestas dan ganadora a la coalición de derechas que dirige Erna Solberg, formada por democristianos, liberales y el xenófobo Partido del Progreso, que obtendría el 54,3% de los votos, frente al 39% de la coalición de izquierdas del Gobierno saliente, formada por laboristas, socialistas y centristas, que tiene como líder al primer ministro Jens Stoltenberg.

¿Qué ha cambiado? Para empezar, y pese a las circunstancias, en las elecciones del 2011 el Partido del Progreso, al cual había pertenecido el asesino de Utoya, logró auparse al tercer puesto. Y en las elecciones de hoy, los pronósticos lo sitúan como el partido que puede dar la llave del gobierno a la coalición conservadora.

Se trata de un dramático giro electoral que enoja, y mucho, a los 33 supervivientes de aquella masacre que se presentan este año en las listas laboristas. “Me asusta que el Partido del Progreso pueda gobernar –reconoce uno de ellos, Vegard Groeslie, de 29 años–. Sus líderes aún utilizan un lenguaje muy duro contra la inmigración”.

La masacre de la isla de Utoya y la bomba que mató a ocho personas en Oslo horas antes conmocionaron a la sociedad noruega. En el juicio, el autor confeso, Ander Behring Breivik, dijo que quería castigar al Partido Laborista por su política de inmigración.

Noruega aceptó que la mejor forma de asumir la masacre era no cambiar nada, incluida su política social. Stoltenberg actuó con serenidad en aquellos duros momentos y ganó prestigio. Pero un informe de la policía filtrado el año pasado reveló errores, y su popularidad ha caído. La oposición conservadora, por ejemplo, critica que la falta de presupuesto para helicópteros impidió una acción más rápida.

“No me presento por el horror que viví, sino pese a él –decía ayer Fredric Holen Bjoerdal, de 23 años, que puede convertirse en el diputado más joven–. Muchos de mis compañeros dejaron la política. Para mí aumentó el interés. Hay que luchar por aquellos que ya no pueden hacerlo”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)