«A escondidas», dejando a la vista los tabúes

Gara,  , 30-08-2013

El segundo largometraje del director Mikel Rueda habla sin tapujos sobre la inmigración y la identidad sexual, mediante la historia de dos adolescentes cuyas vidas se cruzan. «A escondidas» se han rodado íntegramente en varios barrios de Bilbo; ayer, último día de rodaje, grabaron varias secuencias en la escuela de Atxuri.

Rueda ha tratado temas hoy en día todavía tabú, como la inmigración o la identidad sexual. «La película habla también de esas cosas que están a escondidas, que queremos esconder a la vista de los demás, de ahí el título `A escondidas’, y me parecía que era importante hablar de un tema así en el cine», añade.

El equipo hizo especial hincapié en el casting, le dedicaron mucho tiempo, «ya que era la historia de unos chavales y había que contar con unos intérpretes que lógicamente no son actores». Sobre todo, buscaban «naturalidad« y «frescura». Vieron a miles de jóvenes, hasta que dieron con Germán Alcarazu y Sergio Kouh. Para ambos rodar una película ha sido una experiencia nueva y se mostraron muy contentos y con ganas de hacer «muchas más».

Los protagonistas comparten escena con los actores Álex Angulo («La fuga de Segovia», «El día de la bestia», «El laberinto del fauno») y Ana Wagener («El bola», «La voz dormida»). A los dos les «cautivó» la historia poco convencional y que habla de temas que pueden incomodar. «El guión es muy original. Es una especie de caja rusa, un puzzle en el que todo va colocándose en su sitio. Hace que el espectador piense, todo tiene un porqué», explicó Wagener. Se trata de un guión desordenado, que intenta transmitir la sensación de estar perdido. «A medida que avanza la película el puzzle se va cerrando». También han tomado parte en el largometraje los actores Ramon Agirre e Itziar Lazkano.

«A escondidas» ha sido rodada íntegramente en Bilbo durante seis semanas, aunque en el guión no se especifica en ningún momento que se desarrolla en esta ciudad. Se muestra el Bilbo «menos visible», «muy de barrio, muy vivido»; han estado en Santutxu, Errekalde, San Frantzisko, Abusu, Atxuri… «Los espectadores van a ver un Bilbo diferente, muy cinematográfico y muy visual, los bilbainos lo reconocerán claro, pero no será el Bilbo reconocible. La historia es muy universal y no queríamos localizarla en un sitio concreto», explicó el realizador. Ayer grabaron las últimas secuencias en la escuela Maestro García Rivero de Atxuri. En concreto, rodaron las escenas de la ONG, donde el personaje de Ibrahim (Kouh) lleva el asunto de los papeles, y Alicia (Wagener) es la que lleva el mando.

Un tema para el que el Rueda ha peleado bastante ha sido que están rodando en super 16 mm., «hoy en día es una rara avis – reconoce – . Parece que hay que rodar en digital porque es más sencillo para algunas cosas, pero estéticamente me parecía que era necesario». Las latas de película Fuji han llegado desde Londres, ya que a nivel estatal el último laboratorio se cierra en 3 meses.

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